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AL REVÉS DE LO COMÚN

Los secuestros de periodistas son cosa común en ciertas regiones de la Federación Rusa, como Chechenia. Lo que es inusual es que un periodista cometa un secuestro, pero a veces ocurre. Alexandr Minkin -famoso, entreotras cosas, por haber destapadoel escándalo de los excesivos honorarios recibidos por una seriede ministros, entre ellos el primer vicejefe de Gobierno, Anatoli Chubáis, en pago de un libro sobre la privatización aún no publicado- secuestró a un hijo suyo extramatrimonial. La madre, Svetlana, conoció a Minkin hace tres años, se enamoraron y tuvieron un apasionado romance del que na...

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Los secuestros de periodistas son cosa común en ciertas regiones de la Federación Rusa, como Chechenia. Lo que es inusual es que un periodista cometa un secuestro, pero a veces ocurre. Alexandr Minkin -famoso, entreotras cosas, por haber destapadoel escándalo de los excesivos honorarios recibidos por una seriede ministros, entre ellos el primer vicejefe de Gobierno, Anatoli Chubáis, en pago de un libro sobre la privatización aún no publicado- secuestró a un hijo suyo extramatrimonial. La madre, Svetlana, conoció a Minkin hace tres años, se enamoraron y tuvieron un apasionado romance del que nació el pequeño Alexandr. Pero después las relaciones se echaron a perder, y Minkin presentó una demanda ante los tribunales para tratar de obtener el derecho a quedarse con el niño, que aún no ha cumplido los dos años. Sin embargo, el periodista no esperó la decisión de los jueces y se valió de una treta para robar a su hijo. Una mujer tocó el timbre del apartamento del niño y, cuando la abuela de éste preguntó a la desconocida, a través de la puerta, qué deseaba, ésta respondió que traía unos materiales de parte del conocido político Grigori Yavlinski, amigo tanto de Minkin como de Svetlana. Al abrir, entraron tres barbudos, y uno de ellos tomó al pequeño, desapareciendo después.-

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