Anand sale del ataúd

El indio vence con brillantez a Kárpov y fuerza el desempate en el Mundial de ajedrez

, Y en la sexta resucitó. Pase lo que pase hoy en la lotería de las partidas rápidas (como los penaltis en el fútbol), Viswanathan Anand tendrá la conciencia tranquila. Al límite de sus fuerzas tras un mes de lucha incesante, el indio, de 28 años, ganó a Anatoli Kárpov, de 46, con brillantez en la última partida a ritmo normal, y tiene en el bolsillo al 90% de los espectadores. Tras un planteamiento muy inteligente de su ribal, el ruso no soportó la presión y cometió un error de cálculo.

"Estoy muy satisfecho de esta partida. Parece que he salido del ataúd pero aún falta otro gran esfue...

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, Y en la sexta resucitó. Pase lo que pase hoy en la lotería de las partidas rápidas (como los penaltis en el fútbol), Viswanathan Anand tendrá la conciencia tranquila. Al límite de sus fuerzas tras un mes de lucha incesante, el indio, de 28 años, ganó a Anatoli Kárpov, de 46, con brillantez en la última partida a ritmo normal, y tiene en el bolsillo al 90% de los espectadores. Tras un planteamiento muy inteligente de su ribal, el ruso no soportó la presión y cometió un error de cálculo.

"Estoy muy satisfecho de esta partida. Parece que he salido del ataúd pero aún falta otro gran esfuerzo", comentó Anand. Tras analizar cordialmente con su rival, Kárpov se lamentó de su. error en el movimiento 28, que le obliga a jugarse el título a toda velocidad. El desempate comienza hoy a las 13.30 horas con dos partidas de 25 minutos por bando; si no hay vencedor, otras dos de 15; si persiste el empate, muerte súbita, 5 minutos para las piezas negras y 4 para las blancas, hasta que haya un ganador. Anand es un gran especialista pero el cansancio puede producir un error decisivo.

Kárpov se presentó ayer con tres minutos de antelación, el pelo recién lavado, corbata y traje oscuro, como hace en las grandes ocasiones. Anand, sin corbata, no parecía nada nervioso, como si la consigna de su entrenador fuera: "Vete allí y pásalo bien jugando una buena partida. Si además ganas, maravilloso".

La situación recordaba a lo que ocurrió en el histórico duelo de Kárpov con Gari Kaspárov en Sevilla, 1987. Kárpov ganó la penúltima partida y obtuvo un punto de ventaja; Kaspárov triunfó en la última y retuvo el título. Ayer, ya en la segunda jugada, Anand se salió de los caminos más trillados al elegir la apertura Trompovsky -que debe ese nombre a un excampeón brasileño de origen eslavo-, inédita en un Mundial. El planteamiento del indio era psicológicamente impecable en un doble sentido: Kárpov no podrá hacer muchas jugadas de memoria, porque hay muy poca teoría escrita sobre esa línea, y se cargará de tiempo; la Trompovsky lleva a posiciones de lucha larga y complicada, en la que todo puede pasar.

Al ver pensar a su rival una y otra vez mientras él respondía de inmediato, Anand esbozó varias veces una sonrisa, como si estuviera en un café. Las seis primeras jugadas fueron idénticas a las de la partida Adarris-Kárpov del torneo de Las Palmas, 1994. Pero Anand cambió en la séptima y produjo el efecto deseado: a pesar de que Kárpov miraba constantemente al reloj para no caer en la trampa, su rival le sacaba 27 minutos de ventaja tras la décima y 37 en la duodécima. Y el indio había logrado algo más: enroques en flancos opuestos, que suelen garantizar una carrera de ataques y muchas complicaciones.

Pero Kárpov es diferente y, en lugar de liarse la manta, empezó a dar otra clase magistral de defensa perfecta; jugaba desde el fondo de la pista, pero lo devolvía todo. El gran maestro más viejo del mundo -el húngaro Andor Lilienthal, de 86 años- y el más joven -el francés Etienne Bacrot, de 14- analizaban juntos en la sala de prensa sin encontrar una fórma de romper el muro del ruso.

Cuando Anand creyó llegado el momento, se lanzó y le salió bien. Kárpov falló en el cálculo y, tras prolongar su agonía durante casi una hora, se rindió en medio de enormes aplausos. El filipino Florencio Campomanes, expresidente de la Federación Internacional (FIDE), comentó en la primera fila: "Tremendo, igual que en Sevilla". El mismo público que había presenciado en silencio la salida de Kárpov a la calle repitió la ovación cuando apareció Anand. Un aficionado, se le acercó: "¡Estamos todos contigo, ánimo!".

Desarrollo

Blancas: Anand. Negras: Kárpov.

1 d4 Cf6 2 Ag5 e6 3 e4 h6 4 Affl Df6 5 Cc3 d6 6 Dd2 g5 7 Ac4 Cc6 8 Cge2 Ag7 9 Td1 Ad7 10 0-0 0-0-0 11 Cb5 a6 12 Ca3 g4 13 f4 gf3 14 Tf3 De7 15 c3 h5 16 Tdfl Tdf8 17 b4 Ca7 18 Cc2 Ah6 19 Del Rb8 20 Ad3 Ac6 21 Cf4 Tfg8 22 d5 Ae8 23 Df2 Ag7 24 Cd4 Ad7 25 de6 Ad4 26 cd4 fe6 27 e5 Ac6 28 Cg6 Dd8 (Era mucho mejor 28 ... T96) 29 Ch8 Af3 30 Cf7 Dh4 31 [}f3 Dd4 32 Rhl d5 33 Td1 Db4 34 Tb1 Da4 35 Dh5 Cc6 36 De2 Ra7 37 Df2 b6 38 Tel Rb7 39 h3 Tc8 40 Df6 Cd4 41 Cd8 Rb8.42 Ce6, y Kárpov abandonó.

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