El agente de Romario buscó en Galicia accionistas para Roig

Manuel Lito Míguez, intermediario futbolístico y agente de Romario en España, captó acciones para Francisco Roig, ex presidente del Valencia, a través de empleados de una entidad bancaria gallega, familiares, amigos y clientes. Un total de 42 personas de A Coruña actuaron de testaferros para que Roig y sus consejeros acumularan las acciones que el tope de nueve títulos establecido en la ampliación les impedía concentrar.Lito Míguez negoció con el Valencia el traspaso de Romario en el verano de 1996, en pleno proceso de la última ampliación de capital. "Vine de Brasil con Roig y Jesús Barrachin...

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Manuel Lito Míguez, intermediario futbolístico y agente de Romario en España, captó acciones para Francisco Roig, ex presidente del Valencia, a través de empleados de una entidad bancaria gallega, familiares, amigos y clientes. Un total de 42 personas de A Coruña actuaron de testaferros para que Roig y sus consejeros acumularan las acciones que el tope de nueve títulos establecido en la ampliación les impedía concentrar.Lito Míguez negoció con el Valencia el traspaso de Romario en el verano de 1996, en pleno proceso de la última ampliación de capital. "Vine de Brasil con Roig y Jesús Barrachina [consejero del Valencia] y me dijeron que comprara acciones, que era una buena inversión y que iban a subir de precio", recuerda Míguez, que vendió poco después sus nueve títulos del Valencia "porque me engañaron: me dijeron que había dos fases, en la primera se podían comprar nueve acciones y en la segunda todas las que quisiéramos, pero no fue así. Me di cuenta de que no me interesaban y las vendí". Vendió las suyas y las de todas aquellas personas de A Coruña a las que instó a participar en esta fugaz conexión con el club de Mestalla. Al menos diez de estas personas son empleados o familiares de una entidad bancaria gallega en la que Míguez trabajó.

Míguez y sus ex compañeros vendieron sus nueve acciones a un amigo de Roig, Gustavo Gómez-Lechón Moragues, quien a su vez vendió 189 títulos al ex presidente del Valencia el 19 de septiembre de 1996, es decir, tan sólo un día después de haberse dado por concluida la ampliación de capital de la entidad.

Empleados y dirigentes del Valladolid también participaron en esta red de testaferros. Un total de 17 personas compraron y vendieron nueve acciones del Valencia en el verano de 1996. "Me cae muy bien el Valencia y por eso las compré", dijo María Cruz Tovar de Taramona, secretaria del presidente del Valladolid, Marcos Fernández. Tovar, sin embargo, no recuerda a quién se las vendió. Lo hizo a Miguel Guillem Porta, que a su vez le vendería a Roig 171 títulos el 16 de junio de 1996. Ángel Fernández, consejero delegado del Valladolid, encontraba una explicación. "No hay nada ilegal. Yo nací en Valencia y, de haberlo sabido, habría comprado yo mismo".

Precisamente Romario quedó ayer desligado del Valencia. El club de Mestalla acordó ayer con el Flamengo el traspaso del delantero al club brasileño. El Valencia se embolsará ahora tres millones y medio de dólares (unos 525 millones de pesetas), mientras el resto (una cantidad similar) se negociará tras el Mundial de Francia.

El consejero delegado del Valencia, Manuel Llorente, y el directivo Jaime Ortí estuvieron reunidos ayer en Madrid con Kleber Leite, presidente del Flamengo, y el representante del futbolista, Juan Figer. El traspaso no fructificó hasta última hora. Mientras el Valencia pedía siete millones de dólares, el Flamengo ofrecía cinco. Al final hubo acuerdo. A las nueve de la noche, Ortí confirmaba el traspaso. "Ahora sólo falta que Romario acepte las condiciones".

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