FÚTBOL 16ª JORNADA DE LIGA

Piojo López le da vida al Valencia

El equipo de Ranieri derrota con facilidad a un débil Compostela

Ante un Compostela de papel, el Valencia ganó unos cuantos kilos de autoestima, que no es poca cosa, sabiendo la delgadez por la que atraviesa. El Valencia se dio un pequeño banquete de goles ante un rival muy desmejorado: sin convicción ni ideas. Por fin Ranieri ha encontrado un delantero en quien depositar sus creencias. Claudio Piojo López, que cabalga más veloz que nadie para cumplir los designios del técnico: carrera larga, disparo y gol. Claro que también cabe interpretar que el Compostela se hizo el harakiri, permitiendo esas distancias tan largas que alimentaban al Piojo. La vic...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ante un Compostela de papel, el Valencia ganó unos cuantos kilos de autoestima, que no es poca cosa, sabiendo la delgadez por la que atraviesa. El Valencia se dio un pequeño banquete de goles ante un rival muy desmejorado: sin convicción ni ideas. Por fin Ranieri ha encontrado un delantero en quien depositar sus creencias. Claudio Piojo López, que cabalga más veloz que nadie para cumplir los designios del técnico: carrera larga, disparo y gol. Claro que también cabe interpretar que el Compostela se hizo el harakiri, permitiendo esas distancias tan largas que alimentaban al Piojo. La victoria le servirá a Ranieri para ganarse un periodo de tiempo más en el puesto, justo en el día en el público le recriminó su estilo y exigió la presencia de su antagonista: Ortega. Por contra, Fernando Vázquez, en su partido número 100 en Primera, tuvo una triste conmemoración, lo que aumentará su desunión con Caneda.Fiel a su estimable generosidad, el Compostela dispuso la línea defensiva muy adelantada. Casi en el centro del campo. Y resultó una bendición para el Valencia, que, otra cosa no, pero al contragolpe alcanza un nivel aceptable. Sobre todo porque a la velocidad de VIaovic y Piojo López se ha unido ahora la de Angulo, que aporta frescura por el carril del ocho.

Los banquillos reflejaban los estados de ánimo de los equipos. Fernando Vázquez, reclinado sobre el banco, con los brazos cruzados y un aire apesadumbrado en su aspecto de profesor de instituto. Ranieri, enhiesto, gesticulante y trajeado, dispuesto a saltar al campo para celebrar el gol que no celebró la se" mana pasada en Anoeta, tal y como había sido instado por el nuevo presidente, Pedro Cortés,

Entretanto, el fútbol, en el limbo. Como de costumbre. Mestalla sigue fiel, pero cada vez quedan menos razones para ello. Como no sea la leve mejoría del Valencia, aunque fuese a ramalazos, cuando por fin Ranieri parece haber hallado un grupo más de su gusto: dos delanteros rápidos (Vlaovic y López), dos interiores bulliciosos (Farinós y Angulo) y dos medio centro para reparar desperfectos (Milla y Mendieta). Aquí no le cabe Ortega. En este equipo las figuras son Mendieta y López, lo que significa dos cosas: que la altura general ha descendido bastante y que estos dos futbolistas disfrutan de una fortaleza mental que le permite rendir más en las peores circunstancias.

El Compostela, por su parte, tuvo el aire aseado que le da Vázquez, pero sin la pegada de otras veces. Parece un equipo sin convicción, demasiado pendiente de Penev.

Tras el descaso, el Valencia volvió a las andadas. O sea. A la cueva, según sucede cada jornada desde que Claudio Ranieri se hizo cargo del colectivo. No se sabe si son los años, los kilos o las órdenes de Ranieri.

Pero el público, que sufre las soporíferas consecuencias del estilo de Ranieri, se enojó con el italiano y le exigió la salida de Ortega. Puesto que se trataba de una petición popular, el técnico se aprestaba a cumplir los designios de la gente en pleno ataque del Compostela. Pero en ésas, cambió todo. Era previsible. Un pelotazo largo destruyó al Compostela. Con metros por delante, con Piojo no hay quien pueda. Se marchó muy por delante, con tiempo para driblar a Ponk, disparar a puerta vacía y ver cómo VIaovic completaba el contragolpe. El partido estaba resuelto y Ranieri permitió que regresara al Valencia Fernando, no se sabe si por casualidad o porque Roig ya no está en el palco, conocida la animadversión entre ambos.

Archivado En