Finidi rompe al Tenerife

Un solo futbolista demostró que el fútbol lo ganan los equipos. El nigeriano Finidi George fue el artífice de esta paradoja y el héroe de un partido que encarriló a favor muy pronto. El Betis acudía al choque, con las ausencias de Alfonso y Jarni. El croata tenía razón en la víspera cuando desdramatizaba su propia baja.Dio la sensación de que el Tenerife había empezado el partido antes que el Betis. Los de Aragonés estaban contemplando el paisaje y ya había dispuesto Meho Kodro de dos ocasiones. Un disparo al larguero y un segundo intento que atajó Prats. El Betis estaba agazapado, pero iba a ...

Un solo futbolista demostró que el fútbol lo ganan los equipos. El nigeriano Finidi George fue el artífice de esta paradoja y el héroe de un partido que encarriló a favor muy pronto. El Betis acudía al choque, con las ausencias de Alfonso y Jarni. El croata tenía razón en la víspera cuando desdramatizaba su propia baja.Dio la sensación de que el Tenerife había empezado el partido antes que el Betis. Los de Aragonés estaban contemplando el paisaje y ya había dispuesto Meho Kodro de dos ocasiones. Un disparo al larguero y un segundo intento que atajó Prats. El Betis estaba agazapado, pero iba a tardar muy poco en reaparecer. El tiempo que tardó Finidi en aprovechar con el empeine un servicio de Oli.

Por alto, por bajo y de cabeza. Fueron las tres alternativas que eligió Finidi para batir al sueco Anderson en la primera parte. El nigeriano acababa con todos los miedos: ya no se ganaba por la mínima; ya no se ganaba de penalti más o menos dudoso. Y ya ni siquiera se ganaba a un equipo gallego. Finidi, que hasta ayer sólo había marcado un gol en Liga, al Atlético de Madrid, triplicaba en un partido su renta goleadora de 14 jornadas. El Tenerife le hacía una y otra vez el pasillo al héroe de la jornada. Habían venido a jugar al fútbol y jugaron con ellos. Mostraban buenas maneras en el regate, en el desmarque, en el disparo a gol. Prats sacó debajo de los palos un bombardero enviado por André Luiz. El Tenerife triangulaba con fluidez, como si la derrota no fuera con ellos. Este equipo es una cueva de mucha calidad, pero han excavado en ella tantos arqueólogos -Heynckes, Víctor Fernández, Artur Jorge- que no es fácil separar los tesoros de la ganga.

El Betis había perdido en los primeros compases del partido a Juan Ureña en un nuevo encuentro con el infortunio. A lo largo del partido, el brazalete de capitán pasaría por tres hombres: Ureña, Alexis y finalmente Merino. Tanto cambio de capitanía no mermaba la solidez en el ejército, que no tenía excesivos problemas para conservar la ventaja. El Tenerife sólo asustó en los primeros minutos de cada tiempo. Amagaba, pero no daba.

El colegiado Fernández Marín se sumaba a la fiesta verdiblanca con un festival de tarjetas a diestro y siniestro. El Betis se retiraba al vestuario con la ventaja de tres goles.

El gran descubrimiento de Luis Aragonés ha sido la recuperación de Jaime, un futbolista que a comienzos de temporada no descartaba cambiar de aires. Con la presencia del futbolista catalán, Finidi es mucho más libre. Luis Aragonés ha decretado la abolición de la esclavitud estratégica. El nigeriano está muy motivado cuando juega contra jugadores españoles, como si ya tuviera puesto el chip del partido de Nantes contra la selección de Clemente.

Deportivo, Sporting y Tenerife. Luis Aragonés ha debido comprar un cupón terminado en tres. Tres triunfos consecutivos. Tres goles de Finidi. Tres opciones canteranas en los cambios: Merino, Cañas y Márquez, la columna vertebral del Betis que ascendió a Primera de una categoría a la que le había enviado este Tenerife que juega muy bien, pero que le cuesta la misma vida marcar un gol. Ni de penalti marcó. Prats, el mejor del Betis después de Finidi, y el larguero lo impidieron.