LA LUCHA CONTRA ETA

HB perfila un giro a la moderación

Los dirigentes condenados se acogen al beneficio de elegir prisión

Los 23 miembros de la cúpula de HB condenados por el Tribunal Supremo se debatían ayer entre aprovechar el beneficio penitenciario ofrecido por el tribunal de elegir la cárcel donde cumplir condena, o someterse al reparto de prisiones que designe el juez. Pese al recuerdo de las tensiones generadas por el pago, en marzo pasado, de los 30 millones de fianza por la libertad condicional de los dirigentes abertzales, salió triunfadora la línea más "blanda", según la cual los condenados elegirán prisión.Pero junto a su propia situación personal, la dirección de HB afronta la desmoralización ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los 23 miembros de la cúpula de HB condenados por el Tribunal Supremo se debatían ayer entre aprovechar el beneficio penitenciario ofrecido por el tribunal de elegir la cárcel donde cumplir condena, o someterse al reparto de prisiones que designe el juez. Pese al recuerdo de las tensiones generadas por el pago, en marzo pasado, de los 30 millones de fianza por la libertad condicional de los dirigentes abertzales, salió triunfadora la línea más "blanda", según la cual los condenados elegirán prisión.Pero junto a su propia situación personal, la dirección de HB afronta la desmoralización en la que se encuentran las organizaciones del llamado Movimiento Nacional de Liberación Vasco (MLNV) y está empeñada en organizar una respuesta contundente. Antes de conocer la sentencia, se convocó la huelga general para el lunes 15 de diciembre si había condena, para la que es básico el respaldo del sindicato LAB por tratarse de la organización de mayor dimensión social y capacidad de movilización, especialmente en sectores de importancia estratégica para el resultado de la huelga como el del transporte.

Más información

Sin embargo, en las filas de LAB ya han aparecido voces críticas con esta decisión de implicar al movimiento sindical en una movilización de carácter exclusivamente político. LAB no secundó la fracasada huelga general convocada por ETA en marzo.

En los medios abertzales consultados existe la preocupación de conseguir la implicación de las personas adecuadas para sustituir a los 23 condenados y dirigir a una HB con carácter independiente de la dirección política de ETA. Aunque las primeras reacciones a la condena han sido muy radicales, existe la convicción de que la coalición deberá dar un giro sustancial en su línea de actuación política, un giro que equilibre hacia la moderación a un MLNV que, por su radicalidad y su dependencia y sometimiento a la línea marcada por ETA, ha entrado en la mayor crisis de sus 20 años de historia.

Si en la ejecutiva que ahora va a la cárcel, los jóvenes procedentes de Jarrai han tenido un peso político sustancial, ahora van a hacer falta militantes históricos que habían quedado apartados, como Iñaki O'Shea, Xabier Alegría o Xabier Zubizarreta, ex alcalde de Mondragón.

Antes de conocer el contenido de la sentencia, los dirigentes de la Mesa Nacional que ha impulsado esta línea de desestabilización diseñada en la ponencia Oldartzen -impuesta en 1995 por ETA y KAS- ya habían previsto la necesidad de reconducir la situación para evitar que continuara el aislamiento político de HB.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En este contexto se sitúa la autocrítica que hace un mes realizó Rufi Etxeberría, el responsable de organización de HB, en la emisora pública Euskadi Irratia. Etxeberria, el único dirigente que controla el aparato interno de HB, lo que le confiere una gran autoridad sobre la fuerza emergente de los jóvenes de Jarrai, reconocía que el error de la Mesa de HB había estado en la aplicación exclusiva de la línea desestabilizadora de Oldartzen en sus dos años de vigencia.

Según su análisis, durante estos dos años HB se ha limitado a poner en práctica la política de desestabilización y de socialización del dolor -en paralelo a los atentados selectivos que ETA ha impuesto- a través de la violencia callejera y los sabotajes. Se ha descuidado la otra línea política paralela, la de fomentar la "construcción nacional" para sumar a otros sectores sociales y políticos nacionalistas en apoyo de reivindicaciones comunes.

Precisamente el acuerdo-marco entre los sindicatos ELA y LAB ha sido un referente de esta línea que, en estos dos años, no sólo no ha recibido ningún apoyo sino que ha sido torpedeada por ETA con varios atentados.

La aparición en el escenario político del "tercer espacio", una idea apadrinada por el movimiento Elkarri, es el ámbito de actuación al que podría acercarse la nueva HB. El secretario general de LAB, Rafael Díez Usabiaga, que ha defendido con su política de consenso con ELA la importancia de esta estrategia de sumar fuerzas nacionalistas en tomo a un objetivo común, se perfila como uno de los ideólogos decisivos.

Archivado En