Aznar excluye a España del principal acuerdo de la cumbre sobre el empleo

Los dirigentes de los países de la Unión Europea, con la excepción de España, se comprometieron ayer a ofrecer durante los proximos cinco años la reinserción laboral o formativa de los parados menores de 25 años y de todos los que lleven más de un año sin trabajo. El presidente del Gobierno español, José María Aznar, se opuso a la medida "por costosa" y consiguió incorporar al texto del acuerdo una cláusula de excepción por la que España queda fuera de este compromiso. Ese acuerdo es el más importante del conjunto de medidas comunitarias aprobadas en la cumbre europea sobre el empleo celebrada...

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Los dirigentes de los países de la Unión Europea, con la excepción de España, se comprometieron ayer a ofrecer durante los proximos cinco años la reinserción laboral o formativa de los parados menores de 25 años y de todos los que lleven más de un año sin trabajo. El presidente del Gobierno español, José María Aznar, se opuso a la medida "por costosa" y consiguió incorporar al texto del acuerdo una cláusula de excepción por la que España queda fuera de este compromiso. Ese acuerdo es el más importante del conjunto de medidas comunitarias aprobadas en la cumbre europea sobre el empleo celebrada en Luxemburgo.

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Los Quince se comprometieron a hacer "lo necesario" para insertar a los jóvenes de menos de 25 años que lleven seis meses en el paro y a todos los demás parados con más de un año sin empleo. El acuerdo promete reinserción laboral o, como mínimo, formación profesional, reconversión o trabajo en prácticas. España fue la excepción en un acuerdo que, por primera vez en la UE, sienta bases para adoptar políticas activas de empleo y acabar con el paro, que afecta a más de 18 millones de europeos (el 10, 5% de la población activa). Aznar argumentó, para oponerse, que el acuerdo es difícil y costoso para España, que tiene una tasa de paro muy superior a la media comunitaria, y que su Gobierno ya ha aumentado en un 34% el dinero destinado a políticas activas para jóvenes y parados de larga duración. "Deberíamos incrementar el gasto en un 200% para cumplir el objetivo en cinco años", dijo. Esta cláusula de exclusión evita al Gobierno garantizar soluciones para unos 680.000 jóvenes (del más de un millón de parados menores de 25 años, 275.000 ya se benefician de ellas) y para un millón largo de adultos en paro de larga duración (de los 1.370.000 actuales, sólo 330.000 reciben estas ayudas). La cumbre aprobó además un mecanismo de control, aunque, mucho más suave que el implantado para el euro. No implica sanciones, pero exige que cada Estado dé formación profesional a un mínimo del 20% de sus parados.