"Tajantemente, no vendrá nadie en diciembre"

Si hubiera que adjudicar una simbólica corona a los triunfadores de este primer tercio del campeonato, Radomir Antic, el entrenador del Atlético, no lo dudaría. Se la concedería a Valerón, del Mallorca, "todo un descubrimiento", y a su pupilo Lardín, "el más regular pese a lo que le sucedió [un accidente de coche]". Tampoco tendría que pensar mucho para senalar lo más negativo: "Las ausencias que sufren todos los equipos por culpa de un calendario que no está a favor del fútbol. Hay muchas lesiones y, sobre todo, muchas fugas de internacionales". Por equipos, Antic apunta al suyo como el mejor...

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Si hubiera que adjudicar una simbólica corona a los triunfadores de este primer tercio del campeonato, Radomir Antic, el entrenador del Atlético, no lo dudaría. Se la concedería a Valerón, del Mallorca, "todo un descubrimiento", y a su pupilo Lardín, "el más regular pese a lo que le sucedió [un accidente de coche]". Tampoco tendría que pensar mucho para senalar lo más negativo: "Las ausencias que sufren todos los equipos por culpa de un calendario que no está a favor del fútbol. Hay muchas lesiones y, sobre todo, muchas fugas de internacionales". Por equipos, Antic apunta al suyo como el mejor de este primer tercio, descarta la casualidad como explicación al fenómeno Celta y Mallorca, y defiende al Barcelona ante la tortura de críticas que le rodea: "Yo ya viví estos juegos en mi primer año en el Atlético. Es la mentalidad española, cuando estás arriba todo el mundo está contra tí. A todos nos llega el turno de los Cappa y los Toshack, como a mí en el doblete".Ciñéndose sólo a su equipo, brinda por "la forma de jugar" y lamenta las ausencias de Vieri y Caminero, "dos futbolistas muy válidos, especialistas, muy difíciles de suplir". Ambos han sido los más castigados por un problema que consume al Atlético más de la cuenta, las lesiones musculares, y del que el técnico se siente totalmente inocente: "Las causas hay que buscarlas en el calendario y la presión. Además, es difícil controlar a los jugadores en otros ámbitos, como la selección".

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Rebasado este primer tramo de la temporada, ya ha quedado claro que Antic ha modificado alguno de sus principios más sagrados. Ahora, por ejemplo, remueve su alineación a diario. Ya no se obsesiona por tirar de un once fijo: "No es cambiar por cambiar. Se trata de ganar claridad con más frescura. Al ritmo que jugamos y dada la sobrecarga de partidos, estamos obligados". Más cambios: el mejor arma del Atlético es el contragolpe. Antic lo matiza: "Seguimos adelantando seis o siete jugadores en ataque, seguimos conservando una mínima distancia entre líneas, pero tenemos mucha velocidad. Es un cambio que lo marca las características de los jugadores que tenemos. Juninho, Lardín, José Mari, Vieri...".

El preparador serbio resta importancia al mal de los goles en contra (19 en 15 partidos), porque los justifica en circunstancias incontrolables y errores individuales, nunca en el montaje defensivo. Y se detiene en el otro extremo, el que encumbra al Atlético por los goles que marca. Antic está satis fecho. Tanto, que afirma: "Tajantemente, no habrá refuerzos en diciembre". Sobre su talón de aquiles, sus relaciones con el vestuario, un apartado que adquirió el curso pasado tintes turbulentos, Antic simplemente lo desmiente: "Nunca tuve problemas con el vestuario". Y asegura que no hay caso Toni, ni caso Molina, ni caso Prodan-Andrei, ni caso Pantic... "Son chorradas que se intentan crear; aquí no hay más criterio que el futbolístico al tomar décisiones' .

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