Moyà choca contra un gran Kafelnikov

El mallorquín cae en semifinales del Masters tras perder cuatro bolas de 'set'

Muchas cosas están cambiando en el tenis español y, todas invitan al optimismo. Tal vez no sea, este el momento adecuado para resaltarlo. Ayer, Carles Moyá perdió ante el ruso Yevgeny Kafelnikov la posibilidad de clasificarse para la final del Masters, que se celebra en la ciudad alemana de Hannover. Sin embargo, fue una derrota de la que pueden extraerse aspectos muy positivos. Moyá perdió en dos desempates por 7-6 (7-2) y 7-6 (73) en 1 hora y 30 minutos. La final la disputarán el número uno del mundo, Pete Sampras, que eliminó al sueco Jonas Bjorkman por 6-3, 6-4, y KafeInikov. Será a partir...

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Muchas cosas están cambiando en el tenis español y, todas invitan al optimismo. Tal vez no sea, este el momento adecuado para resaltarlo. Ayer, Carles Moyá perdió ante el ruso Yevgeny Kafelnikov la posibilidad de clasificarse para la final del Masters, que se celebra en la ciudad alemana de Hannover. Sin embargo, fue una derrota de la que pueden extraerse aspectos muy positivos. Moyá perdió en dos desempates por 7-6 (7-2) y 7-6 (73) en 1 hora y 30 minutos. La final la disputarán el número uno del mundo, Pete Sampras, que eliminó al sueco Jonas Bjorkman por 6-3, 6-4, y KafeInikov. Será a partir de las 14.00 horas (Teledeporte).Moyá, pues, se queda a las puertas de ser el segundo finalista español en el Masters. Hasta el momento el único que lo ha logrado es Manuel Orantes, que ganó en 1976 en Houston. Como Sergi Bruguera, en 1994, el mallorquín vio cerrada su escalada en las semifinales. Y también como en aquel caso, el jugador español tuvo sus opciones de alcanzar el objetivo propuesto. Aunque salió de la pista mordiéndose las uñas por la ocasión perdida.

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La propuesta del mallorquín, con 21 años el más joven de los ocho contendientes, fue arriesgada desde el principio. Ya había vivido frente a Rafter la experiencia de ser conservador en los momentos cruciales y no salió precisamente satisfecho del resultado que le produjo. Frente a Kafelnikov, un jugador como él de tierra batida, pudo sentirse más cómodo, menos presionado, porque ambos plantearon el duelo desde el fondo de la pista.

Sin embargo, esa sensación de complacencia la borró esta vez de su cabeza cuando el encuentro se estaba decidiendo. Ése es uno. de los aspectos más positivos que Moyá aportó en la hora y media que duró su partido de ayer. Pero no fue el único: al mallorquín se le vio concentrado en el encuentro y con una actitud combativa, incluso cuando el marcador invitaba a tirar por la borda todo lo atesorado.

Los dos aspectos pudieron comprobarse de forma sucesiva. En la primera manga, Moyá tuvo 0-40 sobre el saque de KafeInikov y perdió esa ventaja para lograr el primer break del encuentro. Sin embargo, su único error fue equivocar un golpe de ataque, ya con 15-40, que le habría dado el juego. Después, cuando se enfrentó a un nuevo break-point (para el 6-5) lo decidió con valentía y lo ganó.

Cierto que su servicio le ayudó poco a lo largo de todo el partido (49% de primeros). Ésa fue una de sus cruces. Cuando sacó para cerrar el primer set (con 6-5 a favor), Moyá se colocó con 40-15 y dispuso en ese juego de cuatro bolas de set. Era un momento crucial. Pero la situación no le retuvo en el fondo de la' pista. Arriesgó y perdió el cuarto setball con una doble falta. ¿Qué se le puede reprochar, si Kafelnikov restó de forma increíble e incluso le ganó un punto directo de resto sobre un saque a 196 kilómetros por hora?

Ya en la segunda manga, Moyá rompió de nuevo a Kafelnikov para el 4-2, se colocó 5-2 y sirvió para el set con 5-3. Ahí fue donde perdió prácticamente todas sus opciones, puesto que el ruso salvó la situación y se fue directo a un desempate en el que no hizo concesiones. Sin embargo, a pesar de los golpes morales que fue recibiendo, Moyá siguió luchando y compitiendo a un alto nivel.

No jugó bien el mallorquín cuando tuvo que decidir. Y KafeInikov, en cambio, sacó ahí sus mejores golpes. Pero fue capaz de arriesgarse a realizar un tipo de juego que no es aún el suyo para crear presión a Kafelnikov. ¿Se equivocó ahí? Muchos pensarán que sí. Pero si algún día no se decide a cambiar este chip de su cabeza, nunca lo hará. Y es necesario si pretende, como parece, convertirse en un tenista global, capaz de jugar bien en cualquier tipo de superficies. Moyá perdió ayer, pero dio un paso adelante importante. Es probable que otros jugadores españoles le sigan también en este nuevo sendero.

Resultados

Semifinales: Kafelnikov (Rusia) vence a Moyá por 7-6 (7-2), 7-6 (M). Sampras (EE UU), a Bjorkman (Suecia) por 6-3, 6-4.

Final: Sampras-Kafelnikov (a las 14.00 horas).

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