TENIS: MASTERS DE HANNOVER

Carles Moyá sube el listón

El mallorquín supera a Muster y queda a expensas del partido Sampras-Rafter

Carles Moyá intenta no volverse loco. Hace una semana que está haciendo números junto con su entrenador Josep Perlas y, tras haber ganado dos partidos, no sabe aún si estará o no en las semifinales del Masters de Hannover. Moya gano ayer al austríaco Thomas Muster, que sustituyó al lesionado Greg Rusedski, por 6-2, 6-3 en 1 hora y 9 minutos, y se colocó con dos victorias y una derrota. Sin embargo, eso no le basta. Su suerte se decidirá en el partido que hoy disputarán Pete Sampras y Patrick Rafter.Una victoria de Rafter dejaría a Sampras fuera de las semifinales y le daría el acceso a Moy...

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Carles Moyá intenta no volverse loco. Hace una semana que está haciendo números junto con su entrenador Josep Perlas y, tras haber ganado dos partidos, no sabe aún si estará o no en las semifinales del Masters de Hannover. Moya gano ayer al austríaco Thomas Muster, que sustituyó al lesionado Greg Rusedski, por 6-2, 6-3 en 1 hora y 9 minutos, y se colocó con dos victorias y una derrota. Sin embargo, eso no le basta. Su suerte se decidirá en el partido que hoy disputarán Pete Sampras y Patrick Rafter.Una victoria de Rafter dejaría a Sampras fuera de las semifinales y le daría el acceso a Moyá. Una victoria del norteamericano en tres sets dejaría fuera al español. Y un triunfo de Sampras en dos mangas lo dejaría todo a expensas de los juegos ganados. Ir más lejos es sumirse en un mar de especulaciones.

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Lo que ocurra, pues, ya no depende de Moyá. El mallorquín hizo ayer lo que debía. Jugó concentrado en el partido, no se preocupó excesivamente del rival que tenía enfrente y se ocupó solamente de realizar su juego lo mejor posible. La receta dio como resultado el resurgimiento del mejor Moyá. Y Muster, que había llegado al torneo de una forma inesperada y de rebote, no pudo encontrar soluciones para contrarrestar el juego del mallorquín.

La motivación de Moyá fue ayer pareja a la que tuvo contra Sampras en la jornada inicial. Allí obtuvo su primer triunfo, uno de los mejores éxitos de su carrera. Ayer, dio un paso adelante, subió otro peldaño el listón porque fue capaz de mantenerse con la cabeza clara a pesar de lo que se estaba jugando. Era un partido entre dos especialistas de tierra batida. Pero Moyá fue quien más atacó, quien tomó más riesgos. Y en estas pistas eso suele resultar crucial. "No me he puesto presión", confesó ayer Carlos Moyá tras el encuentro. "Lo mejor es salir a jugar y a disfrutar y eso es lo que he hecho. Para mí es mejor jugar contra Muster que contra Rusedski porque puedo hacer mi juego. Vencer a Sampras me dio confianza y hoy he vuelto a encontrar mi juego. No creo que Muster haya jugado mal. Tiene grandes resultados en superficies cubiertas. El partido no ha sido nada fácil".

El mallorquín indicó que su continuidad en el Masters ya no dependía de él mismo. "He hecho lo que debía. Estos días pasados he vivido una gran experiencia. Ahora, Rafter y Sampras van a decidir por mí. Rafter juega muy bien y Sampras en un campeón". Moyá hizo una defensa de su actuación. Nadie le podía reprochar nada: había ganado al mejor del mundo y había ganado a un especialista en pistas lentas como es Muster.

El partido de ayer comenzó mal para Moyá, que perdió su servicio en el primer juego. Sin embargo, recuperó el break de inmediato y rápidamente le arrebató el servicio al austríaco para poner distancia en el marcador. La nueva situación le dio la tranquilidad que necesitaba para poder desarrollar toda la calidad que puede llegar a tener su juego.

Con golpes certeros tanto con el drive como con el revés, con preciosismos como algún globo y alguna dejada, Moyá fue delimitando el terreno de Muster. El austriaco, de 30 años, no desmostró tampoco excesiva pasión por lograr el triunfo a pesar de que se jugaba 15 millones de pesetas y 80 puntos del ATP Tour en el duelo. Luchó hasta el final, pero en esta ocasión tal vez le faltó convicción. "Ahora, si no me clasifico será porque no me lo merezco", puntualizó Moyá.

También Kafelnikov, unas horas antes, había despachado a Michael Chang con armas similares. Le venció por 6-3, 6-0 en 57 minutos y fue el primero en clasificarse para las semifinales La segunda plaza del grupo Blanco se decidirá hoy en el partido que enfrenta a Chang y al sueco Jonas Bjorkman. El ganador estará en semifinales.

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