TENIS MASTERS DE HANNOVER

Moyà se estrella ante Rafter

El mallorquín se jugará hoy las semifinales ante Rusedski

El lastre de la tierra batida surgió al final en la cabeza de Carles Moyà. No es que el mallorquín jugara un mal encuentro. Hasta que no perdió su servicio por primera vez, en el juego que decidió la primera manga, Moyà mantuvo un excelente nivel de tenis y permitió que la incertidumbre sobre el desenlace del encuentro flotara en el ambiente. Sin embargo, cuando cedió su saque y se vió abocado a la obligación de ganar la segunda manga, el mundo se le cayó encima. Rafter se impuso a Moyà por 6-4, 6-2 en 56 minutos. Bajó al español de la nube, se aseguró prácticamente la clasificación para las s...

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El lastre de la tierra batida surgió al final en la cabeza de Carles Moyà. No es que el mallorquín jugara un mal encuentro. Hasta que no perdió su servicio por primera vez, en el juego que decidió la primera manga, Moyà mantuvo un excelente nivel de tenis y permitió que la incertidumbre sobre el desenlace del encuentro flotara en el ambiente. Sin embargo, cuando cedió su saque y se vió abocado a la obligación de ganar la segunda manga, el mundo se le cayó encima. Rafter se impuso a Moyà por 6-4, 6-2 en 56 minutos. Bajó al español de la nube, se aseguró prácticamente la clasificación para las semifinales y puso en Moyà la presión de tener que ganar hoy a Rusedski para no perder el tren del Masters.Lo que ayer ocurrió en Hannover no es nada extraño. Carles Moyà es un jugador formado en tierra batida y su juego mantiene parte de los tics propios de este tipo de superficies. Lo ha mejorado en muchos aspectos y ello le ha permitido disputar la final del Open de Australia y ganar incluso el torneo de Long Island, superando en la final a su mismo rival de ayer, Patrick Rafter, campeón del Open de Estados Unidos. Sin embargo, su mentalidad le traicionó ayer en los pocos momentos clave que decidieron el encuentro.

La pauta del partido la marcó la distinta forma de afrontar una situación favorable sobre el saque del rival. Con 0-30 a favor, con el marcador en 4-4 en la primera manga, Moyà fue conservador y perdió. Con 0-30 a favor, con 5-4, Rafter siguió arriesgando y ganó. Allí se decidió el partido, y en aquellos momentos Moyà pagó el precio de los esquemas mentales en que se ha formado. Rafter, en cambio, no acusó este problema simplemente porque nunca lo ha vivido.

El australiano tiene la mentalidad propia de un jugador de pistas rápidas. Sabe que hay que arriesgar constantemente y más cuando se juega bajo techo. Moyà también lo ha aprendido. Y lo hace. Pero cuando está bajo presión -al menos eso le ocurrió ayer-, de una forma inconsciente, regresa al terreno donde más cómodo se siente. Es un lastre que sólo el tiempo y la experiencia acabarán por extirpar.

El segundo set fue excesivamente fugaz. Ofreció sólo algunos destellos de la maestría que atesora el campeón del open americano y dejó entrever, menos veces, lo que puede deparar Moyà en el futuro. Pero no fueron más que destellos. El espíritu, la odisea, el combate se había encallado en la primera manga. Rafter se fue con 3-0 y español fue a remolque. Hoy, Carles Moyà saltará de nuevo a la pista para disputar el último partido de la fase de clasificación. El mallorquín se enfrentará al británico Greg Rusedski, que hasta ahora no ha ganado ningún partido en este torneo. Moyà se ha enfrentado dos veces al británico: perdió con él en la moqueta de Stuttgart el año pasado, y le ganó esta temporada en la tierra batida de Bournemouth. Tras su derrota frente a Chang en la primera jornada, también hoy regresará Sergi Bruguera con un enfrentamiento ante el sueco Jonas Bjorkman, que puede resultar decisivo. Una nueva derrota de Sergi le colocaría en una situación difícil.

Partidos para hoy. A partir de las 14.00 horas: Chang-Kafelnikov, seguido de Bruguera-Bjorkinan. A las 19.30: Moyà-Rusdeski. Los partidos en directo por La 2 y Eurosport.

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