LA SEMANA DEL MADRID-BARCELONA

Rivaldo: "Si tuviera más el balón jugaría mejor"

Uno de falta; otro por entre las piernas del portero; un tercero de penalti; un cuarto espléndido, de tacón, ante Ablanedo; no hay quinto malo y el segundo que le metió al Sporting tras fintar al meta resultó vistoso; y un sexto de libre indirecto. Rivaldo no paraba. Llevaba seis goles en siete partidos y sus números se cotejaban con los que dejó Ronaldo.El ritmo de Rivaldo invitaba a mantener la samba como himno del Barca. El zurdo operaba con la misma celeridad con la que había sido adquirido de la noche a la mañana al Deportivo previo pago de 4.000 millones. Hasta que, de golpe, no sólo...

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Uno de falta; otro por entre las piernas del portero; un tercero de penalti; un cuarto espléndido, de tacón, ante Ablanedo; no hay quinto malo y el segundo que le metió al Sporting tras fintar al meta resultó vistoso; y un sexto de libre indirecto. Rivaldo no paraba. Llevaba seis goles en siete partidos y sus números se cotejaban con los que dejó Ronaldo.El ritmo de Rivaldo invitaba a mantener la samba como himno del Barca. El zurdo operaba con la misma celeridad con la que había sido adquirido de la noche a la mañana al Deportivo previo pago de 4.000 millones. Hasta que, de golpe, no sólo se quedó seco si no que se lo tragó el campo.

La alarma sonó el pasado domingo ante el Racing. En un partido cómodo, a Rivaldo se le vio a digusto. Van Gaal le pedía que se abriera a la banda y el brasileño, entre las órdenes del técnico y su instinto natural de meterse por el callejón del 10, quedó en tierra de nadie. La prensa delató su desaparición y le transportó a los tiempos del Corinthians y Palmeiras, cuando le calificaban a parte, y a los Juegos Olímpicos, donde le responsabilizaron del error que posibilitó la clasificación de Nigeria a costa de Brasil, tiempos que ya había olvidado en A Coruña, donde vivió dichoso y feliz.

Rivaldo respondió ayer a su situación: preferiría jugar con más ,libertad de movimientos, pero se debe al entrenador, "y si él está contento, mejor". Y apostilló: "Si tuviera más contacto con el balón, jugaría mucho mejor". El futbolista abundó en las órdenes que recibe del técnico -"me pide que juegue por la izquierda porque no tiene otros recursos para esta posición, mientras que dispone de más efectivos para penentrar por el centro"-, y admitió que se siente extraño jugando lejos de la portería: "Frente al Racing, el Barca tuvo ocasiones y yo no estuve presente; espero hacerlo -en el próximo- partido, aunque prefiero jugar de la forma que el mister quiere".

Van Gaal le pidió públicamente que no regateara tanto y menos a destiempo. Al igual que ya hizo con Iván de la Peña, le instó a cambiar su forma de pensar más que su forma de juego.

Dugarry no jugará

Las lesiones no cesan en el Barca y las bajas condicionan el juego. El lunes cayeron Amunike, que será operado, y Roger. Ayer le tocó a Dugarry. La resonancia magnética determinó que sufre una rotura fibrilar en el recto anterior de la pierna derecha y no podrá jugar en Madrid. El periodo de baja no se determinó, aunque todo indica que el azulgrana tampoco estará en condiciones para el partido de la Liga de Campeones que el Barca jugará el 5 de noviembre frente al Dinamo de Kiev, en el Camp Nou.

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