La cúpula del PSOE quiere evitar listas enfrentadas en su congreso de Madrid
La dirección del PSOE ha solicitado a los delegados que a partir de hoy celebran en Alcorcón (Madrid) el congreso de la Federación Socialista Madrileña que intenten llegar a un acuerdo y que el domingo haya una sola candidatura para la nueva dirección. Unos y otros mantuvieron ayer varias reuniones en las que no mostraron posiciones inamovibles. El secretario de Organización, Ciprià Ciscar, se reunió con el presidente de la FSM, José Acosta, y le pidió que colabore en el consenso.Ciscar y Acosta reconocieron por separado que la reunión había sido cordial e incluso afectuosa. El presidente ...
La dirección del PSOE ha solicitado a los delegados que a partir de hoy celebran en Alcorcón (Madrid) el congreso de la Federación Socialista Madrileña que intenten llegar a un acuerdo y que el domingo haya una sola candidatura para la nueva dirección. Unos y otros mantuvieron ayer varias reuniones en las que no mostraron posiciones inamovibles. El secretario de Organización, Ciprià Ciscar, se reunió con el presidente de la FSM, José Acosta, y le pidió que colabore en el consenso.Ciscar y Acosta reconocieron por separado que la reunión había sido cordial e incluso afectuosa. El presidente de la FSM entendió, no obstante, el mensaje. Para que haya un acuerdo debe renunciar a imponer que si no repite como presidente presentaría una lista alternativa optando al puesto de secretario general, tal y como le piden sus partidarios.
El discurso de unos y otros, renovadores y acostistas, recuerda al pez que se muerde la cola. A Acosta se le pide que no opte a la presidencia y después se empezará a hablar de qué puestos pueden ocupar él y los suyos. Los acostistas se preguntan por qué tienen que renunciar si representan a un grupo lo suficientemente numeroso como para que su líder siga ocupando la presidencia.
Al menos las relaciones personales no se han roto. Si la reunión entre Ciscar y José Acosta fue afectuosa no lo fue menos la que Acosta mantuvo brevemente con el secretario general y aspirante a la reelección, Jaime Lissavetzky. Este último transmitió a Acosta su disposición a llegar a un acuerdo y a que el sector que representa el actual presidente tenga unos puestos dignos.
Para Acosta esta situación no se hubiera dado si el sector renovador no se hubiera empeñado en que los cambios de la FSM tienen que pasar por la salida de algunas personas. En el marco teórico diseñado por los acostistas, en este congreso las cosas deberían haber quedado prácticamente como están desde el punto de vista del reparto del poder interno y, todos juntos, dedicarse a buscar a los candidatos que representarán al PSOE de Madrid tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento en las elecciones de 1999.
Sin embargo, los renovadores opinan que esta es una nueva etapa y todos deben contribuir a un futuro mejor, pero sin poner condiciones previas, sino que deben estar dispuestos "a trabajar desde cualquier puesto".