Tribuna:VISTO / OÍDO

Política del hombre

Anguita dice que el pueblo gallego ha comprendido su mensaje: le ha dado 13.000 votos, ni un solo diputado. Cipriá explica que la caída del Partido Socialista aliado a alguna izquierda no tiene nada que ver con lo que ocurrirá en las elecciones catalanas y en las generales. Álvarez Cascos, que lo sucedido es un adelanto práctico de las elecciones sucesivas en toda España.Parece que todos están equivocados. Retengo una frase del socialista en la que señala como factor de la pérdida de votos el auge del nacionalismo en toda España, que ha elevado en este caso al Bloque Nacional Gallego. Es una b...

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Anguita dice que el pueblo gallego ha comprendido su mensaje: le ha dado 13.000 votos, ni un solo diputado. Cipriá explica que la caída del Partido Socialista aliado a alguna izquierda no tiene nada que ver con lo que ocurrirá en las elecciones catalanas y en las generales. Álvarez Cascos, que lo sucedido es un adelanto práctico de las elecciones sucesivas en toda España.Parece que todos están equivocados. Retengo una frase del socialista en la que señala como factor de la pérdida de votos el auge del nacionalismo en toda España, que ha elevado en este caso al Bloque Nacional Gallego. Es una buena observación. La participación en las elecciones autonómicas ha sido superior a la anterior: 66% en lugar de 64%. Quiere decir que al menos un 34% del censo se ha abstenido en sus propias elecciones. Si se tiene en cuenta que el Bloque ha obtenido el 16% de los votantes, no parece que su relación con la población sea especialmente feliz. Ni siquiera la de Fraga, con el 51 del 66. Pero veo que estoy cayendo en uno de los peores errores del mundo occidental, que es la explotación de los resultados electorales como se quiere. Y la democracia es totalitaria en este aspecto: el que gana, gana; el segundo es el segundo, y lo demás son especulaciones inútiles.

Hay como un repudio a la política global: o sea, a la política que se desarrolla en Madrid, o "de Madrid" como dicen ellos obviando la realidad de la población civil de Madrid, que no tiene ningún nacionalismo. La gran angustia es la general: el mayor repudio es a la forma nacional en que se conducen, por unos y por otros, la democracia. Y la recuperación de un nacionalismo españoI-castellano por el PP de Aznar, que reprime lo que puede, pero que le rebosa.

La misma utilización de los resultados, y las mismas maneras de multiplicar los fallos del adversario -si todos han ganado, todos han perdido: hasta Fraga se queda sin dos escaños- molestan a los civiles. Como los insultos previos, de antes de la campaña. La llegada a Galicia de los dirigentes nacionales, las actuaciones de Anguita contra lo que se llama coalición de izquierda, la inclinación de la coalición de izquierda hacia el derechismo, son datos que puede haber favorecido los votos nacionalista, el auge del Bloque. Es malo, en general, que se vuelva a esgrimir el tema de nacionalismo frente a centralismo, teniendo en cuenta que son dos limitaciones graves a la política del hombre.

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