INSÓLITA PRUEBA

Jaume Mora, presidente de la Confederación Española de Empresarios de Plásticos, se desplazó a la pequeña localidad leonesa de Bustillo del Páramo para intentar demostrar que el PVC es inocuo, y no encontró mejor forma que lamer como un poseso las ventanas de una casa a la que los chavales rehusaban ir por indicación de sus padres. Todo un espectáculo. Los tutores de los niños habían leído que el grupo ecologista Greenpeace aseguraba que el PVC es tóxico y la amistad de los pequeños por mor de puertas y ventanas se había limitado a los encuentros en la escuela y en la calle. El propietario...

Jaume Mora, presidente de la Confederación Española de Empresarios de Plásticos, se desplazó a la pequeña localidad leonesa de Bustillo del Páramo para intentar demostrar que el PVC es inocuo, y no encontró mejor forma que lamer como un poseso las ventanas de una casa a la que los chavales rehusaban ir por indicación de sus padres. Todo un espectáculo. Los tutores de los niños habían leído que el grupo ecologista Greenpeace aseguraba que el PVC es tóxico y la amistad de los pequeños por mor de puertas y ventanas se había limitado a los encuentros en la escuela y en la calle. El propietario de un modesto taller de la localidad expresó al Ejecutivo del PVC en la última feria de Construmat la situación, que estaba menoscabando la convivencia en el pueblo, y, ni corto ni perezoso, el defensor del plástico quiso emular a Manuel Fraga en Palomares. No había ecologistas ni técnicos que pudieran contradecirle. Los más escépticos creen que al menos el sarpullido está asegurado.-