Sus altezas duermen en las alturas

Entre la planta 34ª y la 42ª del hotel Arts sólo te puedes-chocar con reyes, reinas o asimilados. Allí se hospedan los 300 representantes de las 40 casas reales que asisten hoy a la boda.Pese a tan ilustre abundancia, no es fácil codearse con alguien. A las plantas sólo se accede en ascensores directos desde el aparcamiento o en otros que necesitan llave especial.

Ni siquiera es fácil que las coronas colisionen. Aparte de que de las 40 casas reales sólo reina una decena, sus apartamentos-suites gozan de lo que se suele entender por amplitud de espacio. Desde 180 metros cuadrados, los má...

Entre la planta 34ª y la 42ª del hotel Arts sólo te puedes-chocar con reyes, reinas o asimilados. Allí se hospedan los 300 representantes de las 40 casas reales que asisten hoy a la boda.Pese a tan ilustre abundancia, no es fácil codearse con alguien. A las plantas sólo se accede en ascensores directos desde el aparcamiento o en otros que necesitan llave especial.

Ni siquiera es fácil que las coronas colisionen. Aparte de que de las 40 casas reales sólo reina una decena, sus apartamentos-suites gozan de lo que se suele entender por amplitud de espacio. Desde 180 metros cuadrados, los más pequeños, hasta 400 metros. En éstas últimas, el espacio se distribuye en tres habitaciones, cocina y un dormitorio para el servicio. Los precios oscilan entre 120.000 y 300.000 pesetas por suite y la decoración, toda a base de diseño y con piezas de mobiliario que superan el millón de pesetas, es obra del catalán Jaume Tresserra.

La Zarzuela tiene reservada la mitad del Arts (205 de 453 habitaciones). El hotel, inaugurado después de los Juegos, se encuentra en el Puerto Olímpico. Es un barrio con la misma antigüedad que la cita olímpica. El único de Barcelona que ha nacido para vivir de cara al mar.

Los fines de semana, la popularidad del gentío se mezcla con los ilustres invitados de este hotel de lujo. Titiriteros, mercadillos, costilladas populares y músicos llenan el paseo colindante al hotel Arts. No es de extrañar que desde las exclusivas suites de la planta 34 a se oiga, si se abre la ventana, a los indios del altiplano interpretar a las dos de la madrugada, sin descanso pero sin piedad, El cóndor pasa o un aflautado My way, quizá en honor del turista americano que les estará escuchando.

Estos apartamentos-suites se proyectaron hace cinco años para ser vendidos por 100 millones de pesetas cada uno, pero hasta ahora permanecían cerrados. La dirección de la cadena mundial The Ritz Carlton aprovechará la publicidad de los invitados aristocráticos para alquilar o vender los apartamentos. A cambio, se volatilizará la factura de los apartamentos-suites.

El Gremio de Hoteleros de la ciudad obsequia a los invitados con una rebaja del 10% en la factura. Es un detalle por haber contribuido a llenar un fin de semana más las 28.000 plazas hoteleras de Barcelona porque a los 2.000 invitados hay que añadir 1.000 policías llegados desde fuera y 4.400 periodistas, de los que sólo una mínima parte reside en la ciudad.

Desde los Juegos de 1992 aumenta progresivamente la llegada - de turistas, especialmente en los fines de semana. El pasado año hubo una ocupación hotelera del 73%, con 3,1 millones de visitantes, pero este año se llegará al 80% de ocupación y 3,5 millones de turistas.