España, ante el poder griego y el resurgir italiano

El baloncesto europeo vuelve a disponer del dinero suficiente para competir por algunas migajas con la NBA. Vuelven algunos hijos pródigos y llegan o permanecen algunos de los americanos que prefieren ser cabeza de ratón que cola de león. En este contexto, Barca, Madrid y Estudiantes se lanzan al parquet continental con mayor competencia que nunca. Continúa la espiral inflacionista en Grecia mientras que Bolonia se ha lanzado a fondo, hasta las últimas consecuencias, en su intento de que sus dos equipos -Teamsystem y Bolonia-, lideren el resurgimiento del palacanestro. Nadie desea queda...

El baloncesto europeo vuelve a disponer del dinero suficiente para competir por algunas migajas con la NBA. Vuelven algunos hijos pródigos y llegan o permanecen algunos de los americanos que prefieren ser cabeza de ratón que cola de león. En este contexto, Barca, Madrid y Estudiantes se lanzan al parquet continental con mayor competencia que nunca. Continúa la espiral inflacionista en Grecia mientras que Bolonia se ha lanzado a fondo, hasta las últimas consecuencias, en su intento de que sus dos equipos -Teamsystem y Bolonia-, lideren el resurgimiento del palacanestro. Nadie desea quedarse atrás. El baloncesto francés ha tenido que desacelerar visto el déficit de varios de sus clubes pero el Racing Paris de Maljkovic, el Limoges y el Pau Orthez mantienen un buen nivel al igual que croatas, yugoslavos, eslovenos, turcos e israelíes.La Euroliga que da inicio esta semana promete: 24 equipos sin desperdicio como sucedía en ediciones precedentes. El nuevo sistema de adjudicación de plazas separa el grano de la paja. Permanecen todavía algunos defectos en el sistema de competición, con una primera fase -cuatro grupos de seis equipos- que sólo sirve para tomar posiciones, antes de una segunda fase que sirve para descabalgar ocho equipos de los octavos de final, ya por el atractivo sistema de eliminación directa al mejor de tres partidos. Como aliciente, especial, la final a cuatro se disputa esta vez en el Palau Sant-Jordi de Barcelona, el 21 y 23 de abril.

El Real Madrid vuelve a la máxima competición continental que ganó por octava ocasión en 1995. El equipo madridista, que ha descartado a Mijailov para su singladura europea, está en el numeroso grupo de aspirantes al título, mientras que Estudiantes aparece en un segundo plano y por el momento con el objetivo de repetir su histórica clasificación de Estambúl 92.

Grecia ha pasado de no haber conquistado jamás un título europeo a disparar su contador a toda velocidad. Las dos últimas Euroligas han sido para sus dos equipos más poderosos, el Panathinaikos y el Olympiakos. El Panathinaikos fracasó la pasada temporada y no pudo siquiera clasificarse para la Euroliga pero su millonario presidente, PavIos Giannakopulos, ha invertido esta temporada 1.200 millones de pesetas para reverdecer laureles con lo cual Ferran tendrá a su lado al croata Radja y a los americanos Byron Scott y Byron Dinkins. Será el principal rival del Joventut y el Cáceres en la lucha por el título en la Eurocopa.

Los clubes boloñeses, junto al Benetton de Treviso, no han reparado en gastos para preparar su asalto a una competición en la que dejaron de brillar desde que Philips de Milán les dio su último título en 1988.

La Euroliga tendrá además el aliciente de que poder seguir la pista a cinco de los españoles que han emigrado a equipos extranjeros. Montero (Limoges), Morales y Peral (PAOK Salónica), Lasa (AEK Atenas) y Reyes (Racing París). En el PAOK también actúa el pívot cedido por el Joventut, Rogelio Legasa.