FÚTBOL. PRIMERA JORNADA DE LIGA

Para el Celta fue una cuestión de fe

Cuestión de fe. En un partido por debajo de las expectativas que el Celta provocó en pretemporada, el equipo, de Javier Irureta abrió el campeonato con un derroche de empeño que le dio la victoria al límite de los 90 minutos. No fue en absoluto el grupo elegante y con pegada que goleaba al Compostela o al Sporting en las pachangas, sino otro más tosco y perdido en el campo. Pero experimentó el riesgo, algo novedoso, y de puro empujar al Zaragoza castigó las especulaciones que los de Luis Costa realizaban con un gol de Kily González.El empate fue más cuestión de fe que de buen juego. Y del empu...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Cuestión de fe. En un partido por debajo de las expectativas que el Celta provocó en pretemporada, el equipo, de Javier Irureta abrió el campeonato con un derroche de empeño que le dio la victoria al límite de los 90 minutos. No fue en absoluto el grupo elegante y con pegada que goleaba al Compostela o al Sporting en las pachangas, sino otro más tosco y perdido en el campo. Pero experimentó el riesgo, algo novedoso, y de puro empujar al Zaragoza castigó las especulaciones que los de Luis Costa realizaban con un gol de Kily González.El empate fue más cuestión de fe que de buen juego. Y del empuje de Mazinho, que hasta se dejó caer por las bandas. Desde la izquierda sirvió un centro dirigido a la bota de Karpin, que dentro del área pequeña sólo tuvo que empujar el balón. Siguió insistiendo el Celta, que al fin entiende el significado de la palabra riesgo. Lo asumió Irureta con una defensa de tres, y logró de paso contagiar entusiasmo a la grada. Con los laterales volcados al ataque y el equipo presionando llegaron los córners. Del primero surgió el empate y del siguiente el segundo gol, cuando Balaídos se encaminaba hacia su primera decepción.

Archivado En