Tribuna:HOGUERAS DE AGOSTO

Famosos y colillas

Julio Iglesias nos libra de sí mismoRaquel Mosquera, que sigue dando la vuelta a sí misma, visita a los delfines

Desayuno en mi hotel con un hombre cuyos veranos siempre están ligados al Empordá: el director de cine Jaime Camino, que recientemente debutó como novelista con Moriré en Nueva York. Es lo bueno de los sitios de lujo, que coincides con gente interesante y que puedes recoger colillas de Cohibas de un porte de 10 centímetros de longitud. Pero a lo que iba: aunque su incursión en la novela le ha fascinado -"Puedes escribir disgresiones, historias paralelas e historias dentro de la historia principal que una película no te permitiría"-, el director de El largo invierno acaba de termi...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Desayuno en mi hotel con un hombre cuyos veranos siempre están ligados al Empordá: el director de cine Jaime Camino, que recientemente debutó como novelista con Moriré en Nueva York. Es lo bueno de los sitios de lujo, que coincides con gente interesante y que puedes recoger colillas de Cohibas de un porte de 10 centímetros de longitud. Pero a lo que iba: aunque su incursión en la novela le ha fascinado -"Puedes escribir disgresiones, historias paralelas e historias dentro de la historia principal que una película no te permitiría"-, el director de El largo invierno acaba de terminar un guión, Paraíso perdido, sobre un tratamiento escrito al alimón con Román Gubern. Paraíso perdido habla de un crimen real y es una reflexión sobre la violencia de nuestra sociedad algo completamente distinto en la trayectoria de un cineasta que gusta de ahondar en la memoria. Camino hace las maletas para irse a Cadaqués a pasar unos días con el pintor Eduardo Arroyo.Sigue una buena noticia, que hace más soportables los 6 meses, 2 días, 10 horas, 20 minutos, 10 segundos y 3 décimas que acabo de cumplir sin fumar, impidiendo que me agache a recoger la colilla de lujo. Es que Julio Iglesias ha anunciado que tardará mucho en volver a cantar en España. Pero hay, al mismo tiempo, temáticas tan deprimentes. La. irrefutabilidad del destino biológico, por ejemplo. Los Papas, que son como quien dice hereditarios, se pasan los unos a los otros el don de lenguas, unas más largas que otras, desde que a los apóstoles se les apareció la Santa Paloma en Pentecostés. En cambio, Sofía Mazagatos, como tiene que ocupar la neurona leyendo a los filósofos alemanes para que no la pillemos en un renuncio, ni siquiera ha podido aprobar la teórica de conducir, y ha tenido que comprarse un carné trucho en Gibraltar. Así es la vida, de injusta.

Aunque no hay que desdeñar la influencia que factores externos como la educación, la crianza, el medio hacen por uno. Esa pobre niña, Little Pantojy, la niña peruana completamente andina y sobria que la genial tonadillera Isabel Pantoja se trajo, con la bendición de Fujimata, es la prueba viviente de lo qué la presión ambiental puede cambiarle a uno. A la tal sobria niña la saca su madre a los escenarios a cantá/bailá, y semejante iniciativa, de repetirse con regularidad, convertirá a la criatura en la típica singing-tomorrows de segunda generación, como si llevara la copla en la masa de la sangre.

Entretanto, sin piedad ni remisión, la revista Lecturas sigue adelante con su programa de viajes Raquel Mosquera Se Da Vueltas a Sí Misma Alrededor del Mundo, y esta vez nos muestra a Pedro Carrasco y señora en Cancún. Luce ella un surtido de biquinis que los oyes gritar mientras se asfixian, y mira ella amorosamente -y también concierta gula, digámoslo sin remilgos- a una pareja de delfines que retozan, en la errónea creencia de que Willy ha sido finalmente liberada y ha acudido a saludarles. Insisto en que es la más auténtica y propongo, desde aquí, que constituyamos el Club de Fans Raquel Mosquera. Cuando nos encontremos en apuros, podremos sacar su foto y asegurarle al contrario, en tono amenazante, que se trata de nuestra providencial prima de Zumosol.

En estos andurriales por donde me muevo hay, como saben, finura, alta política, diseño, pasión, gastronomía punta, arquitectura, muy poca devoción, bastantes ,conciertos y galerías de arte y, de vez en cuando, sorpresas que la ayudan a una a superar el choque de saber que Isabel Gemio, muy impuesta en su papel de madre, hasta le da ella misma la comída al pequeño guatemalteco que ha adoptado. Una de las insólitas cosas que surgen cuando menos lo esperas-es la propuesta para asistir a una cena en una masía-hotel cuya clientela está formada por gays y lesbianas.Y como estoy un poco hasta el moño de clasicismo, creo que esta noche me voy de ambiente. Mañana se lo cuento.

(Sólo 42 días nos separan del Evento Nupcial. Ojo con Pilar Rahola, que prepara nuevo show. Es la Mosquera de Catalunya).

Archivado En