Los anguitistas piden la dimisión de Guerreiro por "inútil" y califican de "rémora" a Ribó

La ruptura en Izquierda Unida ya es un hecho. Julio Anguita, tras arremeter contra sus críticos, guardó ayer silencio desde su retiro vacacional en Córdoba. Pero su núcleo de confianza saltó como un resorte contra quienes quieren "parar los pies" al coordinador general. Los anguitistas reclaman la dimisión del líder gallego, Anxo Guerreiro, al que califican de "inútil"; aseguran que el dirigente catalán, Rafael Ribó, sólo es una "rémora", un "obstáculo" y un "hacedor de derrotas" y tachan de "destructores" a los de Nueva Izquierda, Cristina Almeida y Diego López Garrido. La V Asamblea Federal,...

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La ruptura en Izquierda Unida ya es un hecho. Julio Anguita, tras arremeter contra sus críticos, guardó ayer silencio desde su retiro vacacional en Córdoba. Pero su núcleo de confianza saltó como un resorte contra quienes quieren "parar los pies" al coordinador general. Los anguitistas reclaman la dimisión del líder gallego, Anxo Guerreiro, al que califican de "inútil"; aseguran que el dirigente catalán, Rafael Ribó, sólo es una "rémora", un "obstáculo" y un "hacedor de derrotas" y tachan de "destructores" a los de Nueva Izquierda, Cristina Almeida y Diego López Garrido. La V Asamblea Federal, prevista para diciembre, será "muy esclarecedora" según ellos. Antonio Romero incluso afirma que la "avería" se arreglará y que la organización seguirá con su "marca y modelo" de independencia sin IC ni el PDNI.

"Tenemos que echar a los que quieren acabar con la diversidad en Izquierda Unida". "Lo más sensato ahora es pararle los pies a Julio Anguita". "Su incapacidad [la de Anguita] le lleva a intentar matar a IU". Cristina Almeida y Rafael Ribó, los respectivos presidentes de Nueva Izquierda (NI) e Iniciativa per Catalunya (IC), y Anxo Guerreiro, el, coordinador de Esquerda Galega (EU-EG), fueron contundentes en sus declaraciones a este periódico publicadas ayer.La reacción de los dirigentes de la mayoría que domina la coalición no se hizo esperar. "Intentan romper la casa", afirma el portavoz de IU en funciones, Manuel Monereo. "Se trata de un grupo articulado que conspira para la destrucción de IU con una estrategia de tensión muy calculada", añade. En su opinión, el problema catalán es "una señal de impotencia", porque Ribó es "un gran hacedor de derrotas, una rémora para IU en el conjunto del Estado", y el gallego se deriva de la política clandestina" que siempre ha practicado Guerreiro, "al que nunca le ha gustado dar la cara".

Francisco Frutos, el vicesecretario general del PCE, es igual de tajante que Monereo. En su criterio, Guerreiro es "una persona inútil para dirigir una organización política", por lo que reclama su inmediata dimisión, "que tendría que haberse producido", apostilla, "hace tiempo". Ribó, prosigue, representa "poca cosa" para la reconstrucción de la izquierda en Cataluña y, en realidad, habría que preguntarse "quién es" para que se le dé "tanta cancha" en la prensa. A Almeida y López Garrido, para concluir, se refiere como los que tienen la chulería" y "la prepotencia" de "negar que sirva lo que dice la mayoría" para sostener que "sólo vale lo que dice la minoría".

A su vez, Antonio Romero, coordinador de la coalición en Andalucía, augura que, en definitiva, IU arreglará "la avería" que sufre y mantendrá su "marca y modelo", el de "una izquierda independiente que no es subalterna de nadie".

Para Romero, como para sus compañeros, la asamblea de diciembre será "muy esclarecedora" y de ella saldrá una organización más potente y cohesionada sin NI, "que coincide con el PSOE", ni IC, "que ha pasado de hermana a prima lejana". "Se va a apostar", concretó, "por una pluralidad en la que el componente socialista, representado por el PASOC, saldrá fortalecido, al igual que Izquierda Republicana, y los independientes y las ONG tendrán mucho peso". En parecidos términos se expresan el presidente del PASOC, Pablo Castellano; el secretario general del PCA, Felipe Alcaraz, y el también dirigente de IU Pedro Antonio Ríos.

Para Castellano, la pretensión de NI es "hacer saltar por los aires" a IU. Alcaraz alude a que siempre que se roza el 10% del electorado surge "la quinta columna", es decir. "las disidencias" en el seno de la coalición, y aduce que Ribó, Guerreiro, Almeida y López Garrido actúan "con el manual de Santiago Carrillo" y están en connivencia con lo apuntado por Josep Borrell de que el PSOE no debe pactar con IU, sino arrebatarle sus votos. Ríos les acusa de ser " unos cuadros políticos acostumbrados a la vida palaciega" y tendentes a hacer declaraciones "tomando cafés y un desayuno".

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Mientras tanto, el portavoz de EU-EG en el Ayuntamiento de Lugo y contrario al acuerdo electoral con los socialistas en Galicia, Carlos Dafonte, afirma que "la escisión gallega se ha consumado" este fin de semana y llama a Guerreiro "un cadáver político" cuyo "certificado de defunción" se suscribirá en la próxima asamblea.

Guerreiro: "Frutos cogió al PSUC con 25 diputados y lo dejó con cinco"

Anxo Guerreiro, líder de Esquerda Unida-Esquerda Galega, espera cualquier "barbaridad" de los dirigentes de IU porque, dice, "han perdido el norte". Se refiere a la posibilidad de que presenten en las elecciones gallegas, el 19 de octubre, una lista al margen de la de EU-EG. Además, replica a la descalificación, "inútil", de que ha sido objeto por parte de Francisco Frutos, el número dos del PCE: "Es el menos indicado para ello. No sé cómo se atreve, cómo no le da vergüenza. Él fue nombrado secretario general del PSUC cuando tenían 25 diputados en el Parlamento catalán y lo dejó con cinco y escindido en tres formaciones. Parece que ahora quiere hacer lo mismo con IU".En Cataluña, la perplejidad es similar. Para el vicepresidente de IC, Joan Saura, "Anguita es el principal problema de IU". "Cualquier locura es posible", dice a propósito de que IU e IC vayan por separado en los comicios catalanes. La organización, advierte, tendrá un gran bajón electoral porque su dirección es "incapaz" de construir una fuerza política plural.

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