LAS ANDANZAS DEL CABO PÉREZ
El dibujante José María Pérez, Peridis, acaba de explicar el origen de sus múltiples facetas, como arquitecto, como periodista e incluso como antimilitarista. "Me hice arquitecto porque advertí unas grietas en la casa de mi tío el cura, quien, por lo demás, me permitió acceder a los estudios universitarios, pues, en la España rural de los años sesenta, tener un cura tío era una de las escasas garantías de acceso a los estudios", explicó, en Ávila, en la apertura de los cursos de la UNED. También recordó que sus primeros pinitos como informador los hizo durante el ba...
El dibujante José María Pérez, Peridis, acaba de explicar el origen de sus múltiples facetas, como arquitecto, como periodista e incluso como antimilitarista. "Me hice arquitecto porque advertí unas grietas en la casa de mi tío el cura, quien, por lo demás, me permitió acceder a los estudios universitarios, pues, en la España rural de los años sesenta, tener un cura tío era una de las escasas garantías de acceso a los estudios", explicó, en Ávila, en la apertura de los cursos de la UNED. También recordó que sus primeros pinitos como informador los hizo durante el bachillerato, "cuando era el único alumno externo de un internado, como estaba prohibido escuchar la radio, aguardaban ávidos desde la verja mi llegada para que les informara de los resultados fútbolísticos". Finalmente, Peridis manifestó que combinó sus estudios de arquitectura con el cumplimiento del servicio militar en un edificio próximo a la escuela. "En uno y otro lado, era conocido como el cabo Pérez, hasta que me disminuyeron despectivamente el rango. Un día, que llegué tarde a clase y vestido de uniforme, en un aula abarrotada, el profesor gritó desde la tarima: '¡Ese soldado, que se vaya!'; pasé uno de los grandes sonrojos de mi vida". Peridis, que también fue conocido en la mili como el cabo Caricato, afirmó también que le gustaría convertirse en escritor, para seguir extendiendo su capacidad polifácetica. "Creo que la diversificación es la única manera de evitar el síndrome de Doctor Jeckyll y Mistoer Hyde", concluyó Peridis, para agregar palabras de recuerdo del crítico de arte Santiago Amón, de cuya muerte se cumplieron nueve años el pasado lunes.-