Contra pronóstico

Diez días después de su ingreso en la unidad de grandes quemados del hospital getafense, Pedro Cañas Rodríguez, el hombre al que su mujer quiso supuestamente envenenar, sigue en situación muy delicada. Los médicos que le atienden admiten que se teme por su vida. Cuando llegó semiinconsciente al hospital de Getafe se le aplicó el tratamiento habitual, pero no reaccionó "de la manera que indica la casuística", admitió un portavoz del hospital. Fue empeorando contra pronóstico. "Durante los primeros días llamó la atención la tendencia a la hipoglucemia [bajada de azúcar en la sangre]", explica el...

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Diez días después de su ingreso en la unidad de grandes quemados del hospital getafense, Pedro Cañas Rodríguez, el hombre al que su mujer quiso supuestamente envenenar, sigue en situación muy delicada. Los médicos que le atienden admiten que se teme por su vida. Cuando llegó semiinconsciente al hospital de Getafe se le aplicó el tratamiento habitual, pero no reaccionó "de la manera que indica la casuística", admitió un portavoz del hospital. Fue empeorando contra pronóstico. "Durante los primeros días llamó la atención la tendencia a la hipoglucemia [bajada de azúcar en la sangre]", explica el doctor José Antonio Lorente en el historial clínico del paciente. El informe añade que el diagnóstico de Pedro se fue agravando con coagulopatía (trastorno en la coagulación de la sangre) y neumonía. Las enfermeras de la planta intuyeron que algo raro sucedía. Tras las intempestivas visitas de su mujer, los conductos de los tubos aparecían inexplicablemente cerrados. Algunas de estas profesionales ya han prestado declaración ante el juez. La gerente del hospital les ha exigido mutismo absoluto.

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