FÚTBOL 39ª JORNADA DE LIGA

La fantasía vuelve a La Romareda

Los goles, la fantasía y el espectáculo han vuelto a La Romareda. Superados los problemas clasificatorios, el Zaragoza ha recobrado su gusto por el balón y su visión ofensiva del fútbol. Ayer le bastó media hora de inspiración para dejar en evidencia las carencias de una Real que apenas mostró argumentos que justifiquen sus aspiraciones europeas.Forzado por una retahíla de bajas, Irureta optó por una alineación en la, que no tenía cabida el fútbol creativo ni el gol, lo que deparó un juego espeso y bronco, con el que los aragoneses no se encuentran cómodos.

El Zaragoza acabó por ver la ...

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Los goles, la fantasía y el espectáculo han vuelto a La Romareda. Superados los problemas clasificatorios, el Zaragoza ha recobrado su gusto por el balón y su visión ofensiva del fútbol. Ayer le bastó media hora de inspiración para dejar en evidencia las carencias de una Real que apenas mostró argumentos que justifiquen sus aspiraciones europeas.Forzado por una retahíla de bajas, Irureta optó por una alineación en la, que no tenía cabida el fútbol creativo ni el gol, lo que deparó un juego espeso y bronco, con el que los aragoneses no se encuentran cómodos.

El Zaragoza acabó por ver la luz segundos antes del descanso, cuando Pikabea recibía la segunda tarjeta amarilla. Con un hombre menos la Real Sociedad parecía improbable que los jugadores de Luis Costa no vieran puerta y en veinte minutos magistrales resolvieron lo que habían preparado en los 45 precedentes.

Gustavo López se erigió tras el descanso en el motor zaragocista. Con el balón pegado a su bota izquierda, comenzó a desbordar a la zaga donostiarra y la fiesta volvió a la grada. Morientes recibió un balón y corrió la línea en una acción poco habitual. Su centro golpeó en la mano de Loren poniendo el punto final a la incertidumbre del resultado. Garitano no falló el penalti y puso en bandeja 39 minutos dedicados a la afición.

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