BALONMANO

España mantiene ante Bielorrusia su nivel de podio

España mostró nuevamente su entidad. En el último torneo de preparación para el próximo Mundial de Japón dio una lección de dominio a Bielorrusia. No es que el equipo de una de las antiguas repúblicas soviéticas sea de las mayores potencias, pero siempre interesa conocer cómo se mantienen las distancias ganadas entre un conjunto grande y otro menos grande. España mandó en defensa y así tuvo posibilidad no sólo de atacar rompiendo la defensa rival armada, sino también de contraatacar para sorprender con su rapidez.La selección empezó a forjar el triunfo en una primera parte espléndida, especial...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

España mostró nuevamente su entidad. En el último torneo de preparación para el próximo Mundial de Japón dio una lección de dominio a Bielorrusia. No es que el equipo de una de las antiguas repúblicas soviéticas sea de las mayores potencias, pero siempre interesa conocer cómo se mantienen las distancias ganadas entre un conjunto grande y otro menos grande. España mandó en defensa y así tuvo posibilidad no sólo de atacar rompiendo la defensa rival armada, sino también de contraatacar para sorprender con su rapidez.La selección empezó a forjar el triunfo en una primera parte espléndida, especialmente de los dos mejores amigos, Barrufet y Urdangarín. El primero tuvo un porcentaje de paradas extraordinario y el segundo, en ausencia de Garralda -que descansó por unas molestias musculares- no sólo brilló en defensa con su eficacia habitual, sino que mostró también su potencia en ataque con cuatro goles. Todo ello, que no es poco, en las circunstancias que vive, lo que demuestra el gran temple y capacidad de concentración que posee. Es el jugador ideal para un equipo y así lo reconoció el propio seleccionador Juan de Dios Román, al término del partido. Sólo falló un pase y aún marcó otro gol en la segunda parte antes de sentarse cuando ya no hacía falta para ganar el partido. Pero antes del descanso mostró en otros dos detalles lo clave que es en defensa. Bielorrusia -el cántabro Jakimovitch- había encontrado sin él por el lado izquierdo los únicos momentos para acortar distancias, pero bastaron dos entradas de Urdangarín por el pivote Pérez para que se frenase la inercia bielorrusa.

Junto a ello, la magia de Dujshebaev, mejor cerebro que defensor, pero de un talento asombroso siempre, abrió todos los huecos posibles para los extremos y para él. Sobre todo, con un quinto gol maravilloso, logrado de reverso cuando se caía tras ser agarrado hasta por tres rivales. Son de esas jugadas que engrandecen el tantas veces mal entendido y olvidado balonmano.

Quedan Islandia (hoy, 16.00, La 2, con el cubano Duranona, exóticamente nacionalizado) y la mejor Alemania (mañana, 16.00, La 2), pero la esperanza cierta de primera medalla mundialista para España es un hecho.

Archivado En