El Masters, una jugada imposible

Tiger Woods y Olazábal, a la altura de las expectativas en la primera jornada

Al igual que en baloncesto hay sitio para Shaquille O'Neal y para John Stockton, en golf pueden jugar frente a frente pegadores y artistas, Tiger Woods y José María Olazábal. Pero, al igual que en baloncesto, la estrella es siempre el más fuerte. La gente se queda muda con las hazañas del Tigre -como ésa de alcanzar en dos el green de un par 5, el hoyo 15ºde Augusta, usando un wedge para su segundo golpe- y dispensa aplausos más tibios a obras de arte, como el chip de Olazábal en el, W. Aunque toda la atención pública y televisiva se fuera para el Tigre, al final de la...

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Al igual que en baloncesto hay sitio para Shaquille O'Neal y para John Stockton, en golf pueden jugar frente a frente pegadores y artistas, Tiger Woods y José María Olazábal. Pero, al igual que en baloncesto, la estrella es siempre el más fuerte. La gente se queda muda con las hazañas del Tigre -como ésa de alcanzar en dos el green de un par 5, el hoyo 15ºde Augusta, usando un wedge para su segundo golpe- y dispensa aplausos más tibios a obras de arte, como el chip de Olazábal en el, W. Aunque toda la atención pública y televisiva se fuera para el Tigre, al final de la primera ronda del Masters de 1997, el norteamericano de 21 años y el guipuzcoano de 31 quedaron separados por un solo golpe: 70 (-2) del Tigre por 71 de Olazábal. Ambos se encuentran cerca de la cabeza, ocupada por el habitual bueno en primeras rondas John Huston, con 67 (-5). Ningún peso pesado entre ambos: el campo estaba imposible. Bajar simplemente del par era ya una heroicidad. Sólo siete jugadores de los 86 que lo intentaron lo consiguieron. Severiano Ballesteros, a quien la magia de Augusta no le cambió el rumbo del año, acabó con 81 (+ 9), y tiene bastante comprometida la posibilidad de pasar el corte.El contraste entre ambos favoritos para ganar el Masters fue el mayor que se pueda dar, no sólo en cuestión de pegada, tampoco en cuestión de aparato publicitario, ni en lo que se refiere al número de seguidores -Olazábal juntó el partido siguiente al que disputaron Woods y Nick Faldo y para él y los que le seguían era un alivio ver cómo se despejaba el campo tras el imán del Tigre-, sino, sobre todo, en la cuestión de la actitud. Olazábal comenzó muy bien -hizo su primer birdie ya en el hoyo 2º- y Woods muy mal -hizo su primer bogey en su primer hoyo- Olazábal comenzó sonriendo -su sueño, del que estuvo cerca, es. poder jugar al Masters disfrutando y no sufriendo por la tensión competitiva-, bromeando con su compañero de juego, Mark O'Meara. Woods estaba tenso, abrumado, con reacciones casi infantiles. Cuando en el noveno hoyo cometió su cuarto bogey, por poco rompe el putter. El gesto debía de formar parte del guión cinematográfico en que se ha convertido su vida. Preparaba el terreno para su espectacular reacción en los segundos nueve hoyos, precisamente los únicos televisados.

Los telespectadores sólo conocen la segunda vuelta de Augusta, los campos con lagos, el Amen Comer y las azaleas. Sin embargo, los difíciles son los nueve primeros. En ellos Olazábal rompió las normas. Hasta el octavo -el hoyo en el que en el 94 logró un eagle que le catapultó hacia el triunfo-, marchó con -2. Su seguridad con el putter acababa con todas las dudas que podía despertar su driver. En esa vuelta Woods acabó con + 4., Faldo con + 5. Olazábal -bogen en el octavo, el único hoyo en que necesitó tres putts-, con -1. Lo fácil era los televisados. Olazábal no lo aprovechó. Jugó agresivo y sólo su capacidad, feeling, técnica y sabiduría le permitieron terminar sin birdies ni bogeys. Pero el Tigre sí. Woods hizo sólo 30 golpes (-6) en los segundos nueve. Comenzó con un birdie en el décimo hoyo; continuó con otro en el 12º y en el 13º. Un eagle en el l5º y un birdie en el l7º. La segunda vuelta mejor jugada en la historia del Masters Woods la convirtió en histería.

"Esto es ridículo", declaró tajante un experto viendo a Faldo sufrir en los greens. "Han puesto las, banderas imposibles". Darle con el putt bien llegó a convertirse en una lotería. Si uno lo tenía cuesta abajo y corto sólo podía permitirse rozar la bola y rezar para que bajara bien. No sólo sufrió Faldo - + 3 al final para el defensor del título-, también Norman - + 5 que siendo positivos significa uno menos que su última vuelta en el 96- y otros tantos favoritos lo sufrieron.

Clasificación 1º. John Huston (EEUU), 67 golpes (-5). 2º. Paul Stankowski (EEUU), 68 (-4). 3º. Paul Azinger (EEUU), 69 (-3). . Tiger Woods (EEUU), 70 (-2). 5º. José María Olazábal, Constantino Rocca (Italia), Nick Price (Zimbabue), 71. (-1). 33º Nick Faldo (inglaterra), 75 (+ 3). 47º.Greg Norman (Australia), 77 (5) .75º. Severiano Ballesteros, 81 (+ 9).

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