TENIS: TORNEO DE CAYO VIZCAÍNO

Hingis arrebata la corona a Graf

La jugadora de 16 años se convertirá hoy en la número uno más joven de la historia

Con un triunfo sin paliativos sobre Monica Seles (6-2, 6-1), número cinco del mundo, la suiza Martina Hingis selló el traspaso de poderes que hoy se -producirá en la cumbre del tenis femenino mundial. Hingis venció a Seles, en su regreso a las pistas tras diversas lesiones, en la final del torneo de Cayo Vizcaíno. y hoy arrebatará el liderato del WTA Tour a la alemana Steffi Graf`. De esta forma se convertirá, a sus 16 años y 6 meses, en la tenista más joven de la historia que accede al número uno mundial, y desplazará a Seles, que fue la reina con 17 años, 3 meses y 19 días.Con Hingis la prec...

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Con un triunfo sin paliativos sobre Monica Seles (6-2, 6-1), número cinco del mundo, la suiza Martina Hingis selló el traspaso de poderes que hoy se -producirá en la cumbre del tenis femenino mundial. Hingis venció a Seles, en su regreso a las pistas tras diversas lesiones, en la final del torneo de Cayo Vizcaíno. y hoy arrebatará el liderato del WTA Tour a la alemana Steffi Graf`. De esta forma se convertirá, a sus 16 años y 6 meses, en la tenista más joven de la historia que accede al número uno mundial, y desplazará a Seles, que fue la reina con 17 años, 3 meses y 19 días.Con Hingis la precocidad avanza un peldaño más en el circuito femenino. Todo en ella comenzó antes. Cogió la raqueta a los cuatro años, abandonó Checoslovaquia a los siete con su madre y se instaló en Suiza, y a los 12 se convirtió ya en la ganadora más joven de la prueba júnior de Roland Garros. Sin embargo, amenaza con un reinado tan largo al menos como el de la jugadora que inspiró su nombre: Martina Navratilova.

"Antes fue Martina Navratilova y ahora será Martina Hingis", afirmó la checa Jana Novotna, que perdió con Hingis en las semifinales del Lipton, lanzando una frase pretendidamente lapidaria. "Tiene una madre que quiere hacerla una triunfadora y le dice exactamente lo que debe hacer para lograrlo. Creo que será número uno durante mucho tiempo, los próximos 100 años".

Parece claro que no será una reina pasajera. Hingis ha llevado una vida programada desde los cuatro años. Pero su debate nunca se ha planteado en términos traumáticos. "Mírenla", dice Melanie Molitor, su madre, entrenadora, consejera y mejor amiga, "es una chica feliz". Melanie reconoce que durante muchos años Martina Hingis ha hecho las cosas para hacer feliz a su madre. "Pero ahora todo es distinto. Ahora lo hace todo para sí misma, y le gusta el tenis y todo lo que supone".

A pesar de su corta edad, Hingis ha pasado ya algunos tragos difíciles en su vida. Y probablemente le han servido para fortalecer su mentalidad ganadora. Resulta difícil romperla durante un encuentro. Siempre se mantiene sólida, consistente, amenazadora, incluso desafiante. Su juego es letal, con golpes ganadores en casi cada jugada. Pero es su cabeza lo que más atemoriza a sus rivales, y una insolencia en sus gestos, en sus miradas, que excita los nervios.

Todo eso se fue apuntando desde que hizo su entrada en el circuito profesional a los 14 años de edad, dejando cerrada tras ella la puerta a otras jugadoras precoces que deberán esperar a los 16 años para entrar en el profesionalismo. Pero todo se confirmó definitivamente al final de la pasada temporada y, sobre todo, al principio de la actual, cuando ganó su primer título del Grand Slam en el Open de Australia el pasado mes de enero.

Los triunfos en Sidney, Tokio, París y Melbourne constataron que Hingis ya había llegado, y le permitieron elevar sus ganancias en premios a más de un millón de dólares. Ahora, la cuestión es comprobar si la recuperación física de Graf permitirá a la alemana recobrar el cetro que ha mantenido durante 377 semanas.

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