Tres corredores sobrepasan el límite en los primeros controles de sangre
La París-Niza perdió ayer a tres corredores, dos italianos y un francés, debido a que el análisis de su sangre mostró más de un 50% de hematocrito -glóbulos rojos- y por lo tanto fueron declarados "no aptos para la práctica deportiva". Erwan Menthéour (Française des Jeux), Luca Colombo (Batik) y Mauro Santaromita, (MG) se convierten así en las tres primeras víctimas de los controles de sangre puestos en marcha el domingo en la carrera francesa. Para volver a correr deberán pasar un nuevo control en el laboratorio de Lausana en un plazo mínimo de dos semanas. Los corredores no tienen ningún der...
La París-Niza perdió ayer a tres corredores, dos italianos y un francés, debido a que el análisis de su sangre mostró más de un 50% de hematocrito -glóbulos rojos- y por lo tanto fueron declarados "no aptos para la práctica deportiva". Erwan Menthéour (Française des Jeux), Luca Colombo (Batik) y Mauro Santaromita, (MG) se convierten así en las tres primeras víctimas de los controles de sangre puestos en marcha el domingo en la carrera francesa. Para volver a correr deberán pasar un nuevo control en el laboratorio de Lausana en un plazo mínimo de dos semanas. Los corredores no tienen ningún derecho a recurrir la decisión, que toma la forma de incapacidad laboral transitoria.Curiosamente, Colombo, de 27 años, y Menthéour, de 23, fueron sometidos al análisis el domingo de madrugada junto a otros 18 corredores, pero el comisario de la carrera prefirió consultar con la UCI antes de tomar una decisión. Por la tarde, habló con Hein Verbruggen, presidente de la UCI, quien le dijo que adelante con la suspensión. Sin embargo, sus equipos han sido multados con 10.000 francos suizos (un millón de pesetas) y los corredores con 1.000 por tomar la salida el domingo. Los afectados alegan que la comunicación oficial les llegó después de disputarse el prólogo. Con Santaromita ya se actuó con rapidez; el veterano italiano, de 32 años, formó parte del lote de 16 analizado ayer. Ninguno de los tres ha destacado en el oficio hasta el momento, y sólo Santaromita cuenta con una victoria en su historial: el Trentino de 1989.
Los inspectores médicos no han revelado el porcentaje de hematocrito encontrado en su sanger. Los tres son, así, oficialmente sospechosos de haber recurrido al dopaje con eritropoietina, aunque no en la práctica, ya que el porcentaje normal de hematocrito varía entre 42 y 52%, mientras que el límite que se ha impuesto a los ciclistas es del 50%.
Amenaza a Santaromita
El pelotón ha respondido con cautela, aunque ha manifestado su estupor y preocupación. Giancarlo Ferretti, director del MG, ha reaccionado furibundo. "Si el dueño del equipo me escucha, Santaromita, que sabía que tenía que estar en los límites, será despedido", dijo. "Los ciclistas son profesionales adultos. Sus directores poco podemos hacer: esto no es como un equipo de fútbol, en que se entrenan todos juntos todos los días. Aquí cada uno se prepara en su casa". Varios equipos, entre ellos el ONCE, incluyen en sus contratos una cláusula que permite el despido directo a cualquier corredor que dé positivo en un control.
Marc Madiot, director de Menthéour, intentó ser más comprensivo: "Mi equipo está limpio. Tengo un corredor con un problema y una baja laboral de 15 días. Nada más".
"Se está actuando con un sentido desorbitado de la urgencia", reflexiona un director español. "Se está improvisando sobre la marcha, no hay ningún protocolo de actuación. Deberían antes de nada hacer unos cuantos análisis de práctica, sin sanción". Sorprendentemente, la mayoría de los equipos habían efectuado análisis previos a sus corredores y estaban convencidos de que ninguno pasaría el límite. "No sé, deberemos comprar la misma máquina con que se hacen los análisis oficiales y hacérselos a la misma hora, porque el hematocrito es un valor que fluctúa bastante en una misma persona". Otros directores, destacan que mientras en la París-Niza sí que se busca la sangre, en otras carreras, no, lo que podría forzar a algunos ciclistas a correr sólo donde hubiera "libertad de sangre". El suizo Pascal Richard, campeón olímpico, declaró públicamente que se negarla a que le analizaran la sangre. La víspera de la París-Niza causó baja de la lista de inscritos alegando molestias en el sacro a raíz de una caída en febrero.