ATLETISMO MUNDIALES EN PISTA CUBIERTA

El griego Papadías sorprende a los reyes de la velocidad

El griego Haralambos Papadías dio alguna esperanza al hombre blanco. Frente a la habitual tropa de velocistas caribeños y africanos, Papadías, un atleta casi desconocido, venció en la final de 60 metros, con un excelente registro de 6,50 segundos. Detrás quedaron varios de los mejores especialistas: el nigeriano Davidson, los Jamaicanos Ray Stewart y Michael Green y el canadiense Bruny Surin, que decepcionó.Papadías representa al emergente atletismo griego, cuya progresión coincide con la preparación para los Mundiales de este este año en Atenas. El pasado año fue cuarto en los Europeos de pis...

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El griego Haralambos Papadías dio alguna esperanza al hombre blanco. Frente a la habitual tropa de velocistas caribeños y africanos, Papadías, un atleta casi desconocido, venció en la final de 60 metros, con un excelente registro de 6,50 segundos. Detrás quedaron varios de los mejores especialistas: el nigeriano Davidson, los Jamaicanos Ray Stewart y Michael Green y el canadiense Bruny Surin, que decepcionó.Papadías representa al emergente atletismo griego, cuya progresión coincide con la preparación para los Mundiales de este este año en Atenas. El pasado año fue cuarto en los Europeos de pista cubierta, pero no parecían suficientes credenciales. Sin embargo, durante el invierno había conseguido la tercera mejora marca mundial del año, con 6,51.

Muy musculado, de aspecto compacto , de pierna corta y características explosivas, Papadías sacó provecho en la final de una salida espectacular y de la voluntad para detener el ataque final del jamaicano Green.

En la categoría femenina, la estadounidense Gail Devers se aprovechó del tirón muscular que sufrió la rusa Privalova para imponerse con facilidad en: la final de 60 metros. Privalova adelantaba ligeramente a Devers cuando sintió el dolor en su pierna derecha. El resto fue un paseo para la campeona olímpica de 100 metros.

Martínez, quinto

Lo mejor de la actuación española llegó de la mano del lanzador de peso Manuel Martínez. El leonés batió su propio récord nacional con un lanzamiento de 20,37 metros (marca anterior: 20,15 metros) y alcanzó la quinta posición en la final, el mejor puesto jamás logrado por un español en lanzamientos. Su marca, llegada tras dos años de aparente estancamiento tras su espectacular entrada en escena en 1994, evidencia el progreso español en los concursos.

Otros tres españoles entraron en las finales: García Chico, en pértiga, Andrés Díaz, que realizó una magnífica carrera en 1.500, y Anacleto Jimenez, en 3.000.

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