FÚTBOL 27ª JORNADA DE LIGA

El Tenerife humilla al Barça

Un gol en frío, dos penaltis y dos expulsiones consumaron el desastre azulgrana

Otra vez la misma historia. El Barca sólo es capaz de vivir en paz consigo mismo como mucho 10 días. Una de cal y, otra de arena. Quería el Barça mantener la línea de recuperación de juego ofrecida en los últimos partidos y se encontró con la derrota más patética. El grupo de Robson se ha acostumbrado a perder: suma ya seis derrotas esta temporada por una del líder. Pero la goleada de ayer hará daño: los azulgrana cayeron ridiculizados, de forma sangrante, jugando con nueve hombres por expulsión de Nadal y Abelardo. Ni siquiera Ronaldo, que llegaba de triunfar en Brasil, ni Pizzi, que r...

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Otra vez la misma historia. El Barca sólo es capaz de vivir en paz consigo mismo como mucho 10 días. Una de cal y, otra de arena. Quería el Barça mantener la línea de recuperación de juego ofrecida en los últimos partidos y se encontró con la derrota más patética. El grupo de Robson se ha acostumbrado a perder: suma ya seis derrotas esta temporada por una del líder. Pero la goleada de ayer hará daño: los azulgrana cayeron ridiculizados, de forma sangrante, jugando con nueve hombres por expulsión de Nadal y Abelardo. Ni siquiera Ronaldo, que llegaba de triunfar en Brasil, ni Pizzi, que regresaba tras meter dos goles en el Calderón, ni la magia que esta isla tiene para la memoria azulgrana evitaron el descalabro más cruel que ha sufrido Bobby Robson.Podrá decir el técnico británico que jugaron un tercio del partido con nueve y que dos de los tres goles fueron de penalti. Y que suman ya ocho penas máximas en los últimos seis partidos. Pero alguna culpa tendrá este equipo para acabar siempre con hombres expulsados y encadenar tres derrotas consecutivas. Llegan tiempos terriblemente difíciles para Robson, que logró superar el ultimátum del club y que ahora vuelve a encontrarse con la soga al cuello. El Madrid está a seis puntos y mañana podría colocarse a nueve.

El partido se puso muy pronto para el Barça con cara de perros. No tuvo el grupo de Robson ni tiempo de ambientarse a la calurosa noche de Tenerife cuando Felipe les envió a una ducha directa de agua fría con el primer gol. El cuadro se pareció al de otros tantos partidos: El Barça disponía de tiempo más que suficiente para remontar, pero empezaron los nervios, las imprecisiones y el pánico a perder y a tener que mirar mañana al Madrid con prismáticos.

Fue el primer equipo que hizo doblar la rodilla al Barça en esta Liga -empató a 2 en Barcelona- y llevaba bien aprendida la lección del Camp Nou. César Gómez actúo de secante de Ronaldo, Vivar Dorado de Giovanni y Llorente de Figo. Guardiola jugaba suelto hasta el centro del campo, pero todas sus intentos quedaban frustrados al no estar cerca de él Amor, el ayuda de cámara. Fue entonces el momento de Rónaldo, que asumió la responsabilidad y tiró del carro. No tiene más salida el Barça que cargar con lo mejor y peor de este extraordinario futbolista: Ronaldo sólo sabe jugar solo. Como cuando no volvió a ver otra vez solo a Luis Enrque, o cuando no vio a Giovanni y apostó por una vaselina o cuando obligó a Ojeda a irse hasta el saque de esquina e intentó marcar desde allí un gol.

El Barça Insistió en su presión alocada -Popescu cruzó el campo a lo Ronaldo y Abelardo quiso ejercer de extremo- hasta que llegó la expulsión de Nadal. Vivar Dorado se fue solo y Nadal le derribó. Un gol en contra y a jugar con 10. La historia recordó demasiado a Sarriá cuando el Barça perdió el derby con un fútbol lamentable. O todo o nada. No tuvo más remedio Robson que apostar por el tándem Pizzi-Ronaldo en busca del gol. El equipo se lanzó al ataque desesperado, dejó espacios y con ellos el suplicio. No tuvieron tiempo de reaccionar porque llegó el penalti y se quedaron con nueve. El Heliodoro Rodríguez vivió momentos de éxtasis.

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