Arantxa busca un revulsivo en casa

Emilio Sánchez será el entrenador de su hermana en el momento más delicado de la carrera de la tenista

Emilio y Arantxa Sánchez Vicario anunciaron ayer en Barcelona que comenzarán a trabajar conjuntamente a partir del torneo de Indian Wells, la próxima semana. Emilio simultaneará esta temporada su actividad profesional en el circuito masculino con un intenso seguimiento de Arantxa, a la que entrenará en la pista y dirigirá técnicamente. Para la menor de la familia Sánchez Vicario, de 25 años, la llegada de Emilio supondrá un revulsivo en un momento delicado de su larga y triunfal carrera deportiva."Lo único que le pediré a Arantxa es humildad, sinceridad y trabajo", explicó Emilio al evaluar ha...

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Emilio y Arantxa Sánchez Vicario anunciaron ayer en Barcelona que comenzarán a trabajar conjuntamente a partir del torneo de Indian Wells, la próxima semana. Emilio simultaneará esta temporada su actividad profesional en el circuito masculino con un intenso seguimiento de Arantxa, a la que entrenará en la pista y dirigirá técnicamente. Para la menor de la familia Sánchez Vicario, de 25 años, la llegada de Emilio supondrá un revulsivo en un momento delicado de su larga y triunfal carrera deportiva."Lo único que le pediré a Arantxa es humildad, sinceridad y trabajo", explicó Emilio al evaluar hacia dónde podía derivar su relación profesional. Arantxa disputó nueve finales del circuito -entre ellas dos del Grand Slam- el año pasado, pero sólo ganó dos títulos. Y en los inicios de esta temporada las cosas tampoco funcionaron como ella esperaba. "El final del año pasado fue duro psicológicamente para Arantxa", confesó Emilio. "Se preparó muy bien para Roland Garros y sacó para ganar el torneo dos veces. La historia se repitió después en Wimbledon. Llegar ahí fue importante, pero a una jugadora de su nivel sólo le sirve ganar. Y ella perdió. Eso es muy duro"..

En estas coordenadas se inicia la colaboración entre los dos hermanos. Arantxa busca en Emilio algo más de lo que ha encontrado en sus nueve entrenadores anteriores. Emilio no busca nada a cambio: simplemente se entrega a esa labor creyendo que puede aportar a su hermana su experiencia y sus profundos conocimientos tenísticos. "No creo que mi juego haya bajado", explicó Arantxa. "Pero el nivel en el circuito femenino ha subido, las tenistas pegan más fuerte y todo es más duro. Sin embargo, sigo aspirando a recuperar el liderato mundial".

La distancia entre ganar y perder está, muchas veces, en una simple cuestión de confianza. Técnicamente, Emilio no le podrá cambiar grandes cosas a Arantxa, porque es una tenista muy hecha. "Sólo intentaremos mejorar el servicio y su posición en la pista", dijo Emilio. Pero en el plano mental la aportación de su hermano será importante. Le dará mucha seguridad. "Ha pasado ocho meses difíciles y ahora se trata de buscar confianza, entrega y lograr que se sienta cómoda para afrontar Roland Garros, que es nuestro primer gran objetivo".

Arantxa Sánchez Vicario entró en el circuito profesional de la mano de Eric Van Harpen en 1986 y desde entonces ha configurado un palmarés impresionante: 2 títulos de Roland Garros, uno del Open de Estados Unidos, 4 medallas olímpica, 11 finales del Grand Slam, y número uno del mundo en individuales y dobles durante varias semanas .

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