PELOTA

Julián Retegi II: el esplendor continúa a los... 42 años

Está considerado como el mejor pelotari de todos los tiempos y se acaba de adjudicar el campeonato de mano por parejas

, En esto llegó Julián y mandó parar. Comenzaba la década de los ochenta y este pelotari de Erasun (Navarra) recogía el testigo familiar que cinco años antes había culminado su tío, Retegi, retirado de los frontones con seis títulos individuales. Julián Retegi, en pleno esplendor, se adueñó de la década y uno tras otro acaparó los campeonatos manomanistas celebrados entre 1980 y 1988. Los títulos de 1990 y 1993, unidos a los obtenidos en el campeonato de cuatro y medio (frontón pequeño) y mano parejas prácticamente monopolizan el palmarés de los frontones y configuran el perfil del mejor p...

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, En esto llegó Julián y mandó parar. Comenzaba la década de los ochenta y este pelotari de Erasun (Navarra) recogía el testigo familiar que cinco años antes había culminado su tío, Retegi, retirado de los frontones con seis títulos individuales. Julián Retegi, en pleno esplendor, se adueñó de la década y uno tras otro acaparó los campeonatos manomanistas celebrados entre 1980 y 1988. Los títulos de 1990 y 1993, unidos a los obtenidos en el campeonato de cuatro y medio (frontón pequeño) y mano parejas prácticamente monopolizan el palmarés de los frontones y configuran el perfil del mejor pelotari de todos los tiempos, en desigual disputa con el mítico Gallastegi.El pasado domingo, 2 de febrero, Retegi II escribió su última gesta adjudicándose la final del campeonato de parejas junto a Oscar Lasa y frente a su pupilo Pátxi Eugi y Zezeaga, dos pelotaris de rompe y rasga. En el frontón Atano III de Donostia, Retegi desafió las reglas del tiempo y a los 42 años exhibió toda su sabiduría para derribar a dos pelotaris rocosos.

Los frontones son generosos con la edad. Los pelotaris que trabajan con herramienta (pala, paleta, cesta) traspasan con facilidad la frontera de los cuarenta. Cuando las manos son las únicas herramientas el acceso al santuario es más limitado. Retegi traspasó la puerta aunque tres años antes había renunciado al campeonato individual dejando abierto el portón de la sucesión.

Retegi es un producto típicamente navarro, no en vano la comunidad foral es hoy en día el reino de la pelota. Se diría que es una mezcla de Induráin y Bakero: tiene la habilidad del ciclista para leer el partido y la casta del futbolista para llevarlo a efecto. A la clásica pegada de los pelotaris navarros le ha añadido Retegi la alegría de los delanteros zascandiles y una agilidad de ideas sólo, comparable a la que exhiben sus piernas a pesar de tres operaciones en las rodillas. El destino le enfrentó en el último campeonato a su pupilo Patxi Eugi, un joven de Aoiz que a los 25 años se llevó el campeonato individual con Retegi de botillero (consejero). El gran campeón obtenía así una nueva modalidad de triunfo, la que se dilucida entre el frontón y la grada.

El pronto fácil

Retegi tiene el pronto fácil. Días antes de la gran final arremetió contra la expresión corporal de su compañero Oscar Lasa, cuyos gestos de impotencia le descentraban en los partidos. El campeón navarro no soporta los, detalles que expresen abatimiento. Su juego es alegre pero su aspecto es tan tenso como hierático. Perdido un tanto, Julián Retegi sólo piensa en el siguiente. Un viaje en coche hasta el frontón sirvió para que Retegi aclarase las dudas de su zaguero y pusiera las cosas en su sitio. No en vano el campeonísimo sabía que buena parte del éxito dependía de su compañero a quien los rivales iban a castigar hasta la extenuación para evitar la pegada atronadora del pelotari navarro. Lasa hizo el partido de su vida y Retegi se enfundó su enésima txapela.

La única apuesta posible sobre el futuro de Retegi la determina la duración de su eterna juventud. El navarro ha asumido que los años no le permiten disputar el campeonato individual, en el que participa como consejero de Eugi pero en el manomanista de parejas la sabiduría sigue siendo un grado. Él lo sabe y quizá por ello aseguraba recientemente en una entrevista que "he comenzado la cuesta abajo pero poco a poco". Retegi es hoy el estandarte de los cuarenta, aunque Navarra siga dando frutos continuos en el frontón (Arretxe, Eugi, Beloki) y La Ríoja recupere la ilusión por el pelotari más imaginativo del momento, Titín III. Pero Retegi sigue siendo el emperador, el temblor, el esplendor y la reivindicación de los cuarenta.

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