El Rayo salva el trance en el último suspiro

, En el último suspiro, el Rayo salvó la eliminatoria. El Extremadura pagó caro su conformismo inicial y no supo jugar de cara a la suerte. La tuvo a su favor en el minuto 90 en La Peineta: y desaprovechó un penalti. Anoche, los madrileños que estuvieron malheridos y a expensas del enemigo, se encontraron con un rayo de luz en el instante final y Klimowicz no desaprovechó la oportunidad.El partido prácticamente nació roto. A los 30 segundos, robo de balón, pase en profundidad y gol. El Extremadura se encontró con una situación tan avanzada como inusual. En un abrir y cerrar de ojos aparcó su t...

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, En el último suspiro, el Rayo salvó la eliminatoria. El Extremadura pagó caro su conformismo inicial y no supo jugar de cara a la suerte. La tuvo a su favor en el minuto 90 en La Peineta: y desaprovechó un penalti. Anoche, los madrileños que estuvieron malheridos y a expensas del enemigo, se encontraron con un rayo de luz en el instante final y Klimowicz no desaprovechó la oportunidad.El partido prácticamente nació roto. A los 30 segundos, robo de balón, pase en profundidad y gol. El Extremadura se encontró con una situación tan avanzada como inusual. En un abrir y cerrar de ojos aparcó su tradicional falta de recursos ofensivos y tomó ventaja. El Rayo intentó meterse en el encuentro por puro instinto de supervivencia. Para el Extremadura fue una situación inédita, pero ideal para sus intereses. Pero el equipo local fue incapaz de leer el partido y se enfrascó en un juego tan cómodo como rutinario.

Con el descanso, Moureau y Ezequiel Castillo recordaron que el fútbol es control, apoyo y profundidad y el Rayo tomó aire aprovechando la generosidad del Extremadura. Se vio metido otra vez en la eliminatoria gracias a un magnífico gol de Guilherme. Se produjo la metamorfosis y los de Paquito asumieron el riesgo. Funcionó su transición, las bandas conectaron y Guilherme halló espacio. El Rayo estaba al borde del abismo pero recuperó esfuerzos. Buscó la suerte y la encontró con el tiempo cumplido.

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