AJEDREZ: TORNEO DE LINARES

Kaspárov monta un escándalo al no poder ganar ante Dréiev

, Gari Kaspárov cogió ayer una rabieta de órdago y protestó airadamente durante su partida contra el también ruso Alexéi Dréiev. El campeón del mundo se quejó de que el árbitro no había tapado las jugadas que aparecen en el tablero electrónico cuando ambos disponían de muy pocos segundos para llegar a la cuarenta. Según él, eso permitió que Dréiev, sin tiempo para apuntar los movimientos, supiera cuantos le faltaban por realizar. El empate se firmó tras cinco horas.

¡Es inconcebible! ¡Esto no puede ser!" clamaba Kaspárov, en pleno escenario y entre bastidores mientras gesticulaba con es...

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, Gari Kaspárov cogió ayer una rabieta de órdago y protestó airadamente durante su partida contra el también ruso Alexéi Dréiev. El campeón del mundo se quejó de que el árbitro no había tapado las jugadas que aparecen en el tablero electrónico cuando ambos disponían de muy pocos segundos para llegar a la cuarenta. Según él, eso permitió que Dréiev, sin tiempo para apuntar los movimientos, supiera cuantos le faltaban por realizar. El empate se firmó tras cinco horas.

¡Es inconcebible! ¡Esto no puede ser!" clamaba Kaspárov, en pleno escenario y entre bastidores mientras gesticulaba con ese ímpetu que justifica el apelativo de El Ogro de Bakú. Los árbitros, el español Juan Vargas y el azerbaiyano Faik Gasánov, ponían la cara típica de quien está sufriendo precisamente lo que deseaba evitar a toda costa; en este caso, un lío con el colérico Kaspárov. Gasánov se llevó aparte a Vargas para decirle: "Si luego sigue protestando, pregúntale cuántas veces ha jugado en Linares y si recuerda que aquí sea habitual tapar las jugada".

Todo indica que la rabieta de Kaspárov tenía mucho que ver con la posición, ligeramente desfavorable para él, tras la jugada 40. Dréiev, con menos de dos minutos para 14 jugadas (su rival disponía de 25 minutos) dejó de apuntar los movimientos pero sí los marcó con rayas en su planilla. El campeón del mundo parecía muy confiado y falló.

Pero un gran talento puede brillar de pronto, como ocurrió ayer. A pesar de que Kaspárov disponía de mucho más tiempo, terminó apurándose tanto como su rival, que jugó muy bien, con nervios de acero. Una capacidad que Kaspárov considera exclusiva.

Krámnik (Rusia) y Níkolic (Bosnia) vencieron a Piket (Holanda) y Shírov (España); las partidas Gélfand (Bielorrusia)-Anand (India), Topálov (Bulgaria)- Polgar (Hungría) y Adams (Reino Unido)-Ivanchuk (Ucrania) terminaron en tablas.

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