OCTAVOS DE FINAL DE LA COPA DEL REY

Valdano firma el finiquito de Ángel Cappa

El Valencia llegó al Insular de Las Palmas envuelto en un mar de dudas. Se marchó, en cambio, con muy buenas perspectivas sobre su futuro. Fundamentalmente en lo que concierne a la confirmación de dos futbolistas que apuntaban mucho y ayer no sólo apuntaron sino que dispararon: el delantero Leandro, que se entrena como goleador en competición oficial, y Farinós. Se ratifica, pues, el buen olfato de Valdano para detectar talentos. De paso, Valdano, desgraciadamente, firmó el finiquito de su amigo y ex colaborador en el Tenerife y en el Madrid Ángel Cappa, quien ayer agotó el crédito para seguir...

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El Valencia llegó al Insular de Las Palmas envuelto en un mar de dudas. Se marchó, en cambio, con muy buenas perspectivas sobre su futuro. Fundamentalmente en lo que concierne a la confirmación de dos futbolistas que apuntaban mucho y ayer no sólo apuntaron sino que dispararon: el delantero Leandro, que se entrena como goleador en competición oficial, y Farinós. Se ratifica, pues, el buen olfato de Valdano para detectar talentos. De paso, Valdano, desgraciadamente, firmó el finiquito de su amigo y ex colaborador en el Tenerife y en el Madrid Ángel Cappa, quien ayer agotó el crédito para seguir al frente de un equipo que rinde muy por debajo de su aparente capacidad y fue destituido de su cargo. Se hará cargo del equipo, de forma provisional, Paco Castellano, según informa Patricio Viñayo.En el duelo de los achiques, cada cual estuvo en su papel. El Las Palmas muy de Segunda y el Valencia suficientemente de Primera, sin necesidad de más. Una vez acomodado, el Valencia se apoderó completamente de la pelota. Entre otras cosas porque al equipo de Cappa sólo parecía interesarle el contragolpe.

Sin embargo, el Valencia era dueño del balón, pero no sabían muy bien para qué. Si no fuera para protegerse, que, eso sí, lo hizo con notoriedad. De modo que el mayor peligro valencianista llegó de una manera inesperada: los córners, sobre todo los de la izquierda que Karpin botaba con un efecto endemoniado. Por ahí aconteció el tanto visitante. El gol y la expulsión de Camarasa, al filo del descanso, darían un vuelco a las intenciones.

Inició entonces el grupo de Valdano una defensa de su portería que no reparó en pelotazos. Esperaron a que escampara. Lo que ocurrió mediada esta segunda parte. Justo cuando Farinós, que había saltado con la reanudación, se marchó a la banda derecha y comenzó a improvisar. En pleno imperio del patadón defensivo, él lanzó el cuero al piso, quebró su menudo cuerpo a derecha e izquierda y mandó un regalo al corazón del área que aprovechó Leandro. Tras el segundo tanto, Las Palmas estaba más que difunto y el público, tras su comprensible enojo, se lo tomó a chirigota. "Llévate a Cappa, Valdano", corearon en tribuna. Y la directiva canaria hizo caso.

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