Violentos choques entre policías y huelguistas en Corea

El Gobierno surcoreano endureció ayer su respuesta a las huelgas y protestas que duran ya tres semanas y que se extienden a todo el país. En Seúl se produjeron los enfrentamientos más violentos entre manifestantes y policías registrados hasta ahora y al menos 40 personas resultaron heridas en los incidentes en otras ciudades. Veinte manifestantes fueron hospitalizados en Chonju (al sur del país) y un número similar en Songnam, un suburbio de Seúl.El centro de la capital se convirtió en una batalla campal entre las fuerzas antidisturbios y los manifestantes que protestan contra la reforma labor...

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El Gobierno surcoreano endureció ayer su respuesta a las huelgas y protestas que duran ya tres semanas y que se extienden a todo el país. En Seúl se produjeron los enfrentamientos más violentos entre manifestantes y policías registrados hasta ahora y al menos 40 personas resultaron heridas en los incidentes en otras ciudades. Veinte manifestantes fueron hospitalizados en Chonju (al sur del país) y un número similar en Songnam, un suburbio de Seúl.El centro de la capital se convirtió en una batalla campal entre las fuerzas antidisturbios y los manifestantes que protestan contra la reforma laboral que permite el despido libre. Según fuentes oficiosas, unos 40.000 manifestantes marcharon por las calles del centro de Seúl, donde fueron interceptados por 12.000 policías. "Kim Yong Sam, dimite", gritaban los huelguistas contra el presidente de Corea del Sur, en medio de una densa niebla formada por los gases lacrimógenos lanzados por los antidisturbios.

Además del recrudecimiento de la respuesta policial, el dirigente sindical Kim Byong-Soo, fue arrestado en la madrugada en la ciudad portuaria de Mokpo (suroeste de la península). El detenido figura en una lista de 20 líderes huelguistas sobre los que pesa una orden de arresto desde el pasado viernes. "Es una señal clara de la inminencia de una represión gubernamental, pero nosotros no daremos marcha atrás", afirmó un portavoz de la confederación de sindicatos, ilegal pero tolerada de hecho, que se ha convertido en el motor del movimiento de protesta contra una reforma que facilita el despido, introduce mayor flexibilidad laboral y posterga el pluralismo sindical hasta el próximo siglo. Desde el 26 de diciembre pasado, el presidente de la Federación, Kwon Young-Kil, y seis de sus adjuntos acampan en carpas improvisadas cerca de la catedral de Myongdong, bastión del movimiento democrático surcoreano. Este dirigente anunció que mañana viernes concluirá la huelga "por su impacto negativo para la economía Y los desagrados para la vida cotidiana". No obstante, advirtió que recrudecerán las movilizaciones si el Gobierno les envía la policía o si sigue ignorando sus peticiones.

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