FÚTBOL: SEGUNDA DIVISIÓN

Agujeros en la defensa blanca

El Salamanca se divierte con el Real Madrid B

Goikoetxea ha transformado al Salamanca. El equipo charro es otro. Juega un fútbol alegre, vistoso, incisivo. La víctima, ayer, fue el Real Madrid B, un conjunto que también se caracteriza por su buen juego pero que no pudo estar a la altura de su rival. El Salamanca continuó así con su buena racha de juego en un partido en el que pudo haber goleada de escándalo. En las gradas del Helmántico, se disfrutó de buen fútbol. Desde el inicio del partido ambos equipos apostaron por el ataque y dotaron de verticalidad a su juego. El Real Madrid B fue de más a menos: empezó con buen tono y lo fue perdi...

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Goikoetxea ha transformado al Salamanca. El equipo charro es otro. Juega un fútbol alegre, vistoso, incisivo. La víctima, ayer, fue el Real Madrid B, un conjunto que también se caracteriza por su buen juego pero que no pudo estar a la altura de su rival. El Salamanca continuó así con su buena racha de juego en un partido en el que pudo haber goleada de escándalo. En las gradas del Helmántico, se disfrutó de buen fútbol. Desde el inicio del partido ambos equipos apostaron por el ataque y dotaron de verticalidad a su juego. El Real Madrid B fue de más a menos: empezó con buen tono y lo fue perdiendo con el paso de los minutos mientras el Salamanca, progresivamente, se iba adueñando del partido.

A los 17 minutos Pauleta sirvió un balón a Zegarra, quien tras ganar la espalda a la defensa adelantada del filial madrileño, establecía el 1 -0 en el marcador. Después de este tanto el Salamanca pudo aumentar su ventaja, especialmente en tres remates de Pauleta. Mientras, el Real Madrid B buscaba sus oportunidades al contragolpe y perdía en defensa el crédito que ganaba en ataque.

A diez minutos para llegar al descanso, el portugués Pauleta firmaba un nuevo gol de bandera, su séptimo tanto en la presente temporada, y volvía a poner en evidencia a la inocente zaga madridista.

En la segunda mitad predominó el juego ofensivo. El Salamanca siguió perdonando la goleada ante un rival que no bajó los brazos, pero que daba continuas facilidades en defensa: la retaguardia madridista hacía aguas por todas partes.

Un inspirado Aizpurúa abortó la mejor oportunidad madridista en una falta botada por el peligroso delantero Javi Guerrero. César Brito, por su parte, se encargaba de lograr el 3-0 tras una espléndida jugada personal de su compatriota Agostinho.

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