IU asume como partido a Nueva Izquierda entre duras descalificaciones

Nueva Izquierda entró ayer en IU como Partido Democrático de la Nueva Izquierda, a falta del plácet formal del Consejo Federal. Pero lo hizo a costa de escuchar los ataques más ácidos y los peores calificativos que se recuerdan en la coalición, según asistentes a la reunión de la presidencia de ayer. Nueva Izquierda, hasta ahora una corriente dentro de la federación que lidera Julio Anguita, fue reconocido como partido con 21 votos a favor, seis en contra y seis abstenciones.

Hubiera sido mejor que no se hubiera debatido la entrada de Nueva Izquierda como partido en la casa común de...

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Nueva Izquierda entró ayer en IU como Partido Democrático de la Nueva Izquierda, a falta del plácet formal del Consejo Federal. Pero lo hizo a costa de escuchar los ataques más ácidos y los peores calificativos que se recuerdan en la coalición, según asistentes a la reunión de la presidencia de ayer. Nueva Izquierda, hasta ahora una corriente dentro de la federación que lidera Julio Anguita, fue reconocido como partido con 21 votos a favor, seis en contra y seis abstenciones.

Hubiera sido mejor que no se hubiera debatido la entrada de Nueva Izquierda como partido en la casa común de Izquierda Unida. De hecho, Franco González, en nombre del Pasoc, planteó que se retirara del orden del día este punto. Entre otras cosas, porque parecía difícil negar la adscripción a IU a quienes ya formaban parte de la coalición. Y hasta el "sino Anguita se mostró a favor de aprobar el ingreso y no entrar a discutir una cuestión que "terminaría por favorecer a Nueva Izquierda". No hubo modo.Jurídicamente, la entrada como partido cumplía todos los requisitos. Pero ello no impidió que el sector más duro del PCE pasara las cuentas pendientes a sus compañeros de coalición. Manuel Monereo, Felipe Alcaraz, Antonio Romero, Francisco Frutos, Susana López -todos con responsabilidad en el PCE- y Juan Francisco Martín Seco -independiente- aprovecharon la reunión para realizar uno de los más duros ataques que se recuerdan en la dirección de IU.

Ninguno había olvidado las críticas de Nueva Izquierda. Y ninguno las ha perdonado. Se habló de proyectos políticos distintos a los de IU, de lealtades y de traiciones, se les acusó de ser "los mismos que luego no piden el voto para IU", y, ya puestos, alguno pidió directamente que se les impidiera entrar en la organización.

"No sé cómo han aguantado tanto". Uno de los asistentes a la reunión mostraba su disgusto por el varapalo a Nueva Izquierda" y lo "absurdo de un debate que volverá a repetirse nuevamente en el Consejo del próximo día l4". Víctor Ríos, coordinador de presidencia, que había dado una versión "para niños" de la reunión, llegó a admitir que en el debate se habían detectado "diferencias políticas importantes" hasta el punto de que podía hablarse de "proyectos políticos distintos".

¿Pero tan importante es que se pase de corriente a partido? Lo es. Y no sólo por razones económicas. Ríos ponía ayer el dedo en la llaga al admitir que ahora "corno partido, el sector renovador actúa como bloque en IU".

Tuvo que ser Julio Anguita -secundado por Rosa Aguilar, Carlos Camero y Gaspar Llamazares- quien pidiera el voto favorable a la integración en IU.

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Por parte de Nueva Izquierda, se reivindicó la pluralidad de IU, y el derecho a la discrepancia y a organizarse en un partido. Diego López Garrido, secretario general del nuevo partido, Juan Berga, Jerónimo Andreu y Mercedes Gallizo argumentaron su calidad de socios fundadores de IU y su lealtad al proyecto, dentro de las lógicas diferencias.

Pero si con Nueva Izquierda las cosas fueron como fueron, con Iniciativa per Catalunya tampoco estuvieron mucho mejor. Sobre las relaciones entre IU y sus socios catalanes, se cerró el debate al determinar la presidencia que, según el protocolo electoral firmado con la coalición en Cataluña, IU puede tratar con cualquiera de los socios, en este caso con el PCC, sector comunista crítico con IC.

Pero no todo fue política. Ayer se aprobó una resolución "sobre prevención del despilfarro de papel dentro de IU". Lo primero: concisión al escribir. Un par de folios bastan -y qué razón tienen- para contar lo que hay que contar y como hay que contarlo.

Se recomienda también recuperar el papel ya usado, enviar las notas internas sin sobres, informar verbalmente cuando se trate de comunicaciones internas, reproducir los documentos por las dos caras del papel y utilizar una sola vía de difusión para no recibir la misma comunicación varias veces.

Respecto a los asuntos políticos, la presidencia dio prácticamente por finalizadas en su primera fase las conversaciones entre el PSOE e Izquierda Unida para establecer políticas de oposición conjunta. "Punto y final", dijo expresivamente Anguita. Pero se trata de una frase hecha porque, según recordó ayer Víctor Ríos IU está dispuesta a continuar las conversaciones en una segunda fase.

Aún hay diferencias, fundamentalmente la OTAN y la convergencia europea. Pero, como ha recordado Anguita, siempre se puede llegar a acuerdos parlamentarios conjuntos.

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