Sectores de IU impulsan una 'tercera vía' crítica con el PCE y con Nueva Izquierda

Ni los duros del PCE ni una Nueva Izquierda puente hacia el PSOE. Ni siquiera líderes carismáticos. En Izquierda Unida un grupo de dirigentes de segundo nivel está intentando crear una tercera vía que impida los enfrentamientos cainitas entre el PCE y Nueva Izquierda. A unos les acusan de querer una Izquierda Unida propiedad del PCE y a los otros de ser puente hacia el PSOE. De Izquierda Unida denuncian una "situación de estancamiento del discurso político, del proyecto electoral y de la propia organización".

Anguita niega que existan y afirma que todo son "inventos periodísticos",...

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Ni los duros del PCE ni una Nueva Izquierda puente hacia el PSOE. Ni siquiera líderes carismáticos. En Izquierda Unida un grupo de dirigentes de segundo nivel está intentando crear una tercera vía que impida los enfrentamientos cainitas entre el PCE y Nueva Izquierda. A unos les acusan de querer una Izquierda Unida propiedad del PCE y a los otros de ser puente hacia el PSOE. De Izquierda Unida denuncian una "situación de estancamiento del discurso político, del proyecto electoral y de la propia organización".

Anguita niega que existan y afirma que todo son "inventos periodísticos", aunque se hayan reunido en Madrid el pasado sábado y firmado, con nombres y apellidos, una plataforma con sus propuestas. Rosa Aguilar, portavoz parlamentaria de IU, y cuyo nombre es invocado por los que impulsan la renovación de IU, hace pública profesión de fe en Anguita, "única tercera vía existente". Y el PCE, por boca de Ángeles Maestro, lo tacha de "campaña de imagen" y sitúa a la dirección de IU de Madrid, con su coordinador Angel Pérez, detrás de los hilos.En todo hay una pizca de razón, aunque no sea más que eso. Quienes impulsan esta operación para poner fin a los enfrentamientos entre el núcleo duro del PCE y Nueva Izquierda son algunos sargentos de IU, que al margen o alentados por sus dirigentes, tuvieron su primera reunión en Madrid el pasado sábado.

Representantes de las federaciones de Aragón, Navarra y Andalucía, junto con miembros del Consejo Político Federal, firmaron un manifiesto pidiendo el fin de las hostilidades entre PCE y Nueva Izquierda. Madrid no estuvo, aunque, como dijo uno de los asistentes, "es significativo que esta reunión se celebre en Madrid. ¿O no?".

En el manifiesto hay dos ideas diferenciadas. Por un lado, "la preocupación por el antagonismo entre aparato duro del PCE y Nueva Izquierda" que "se produce a costa de la soberanía de IU". Por otro, hay una denuncia de "la situación de estancamiento del discurso político, del proyecto electoral y de la propia organización".

Según el texto, no están de acuerdo ni con el PCE ni con nueva Izquierda. A los primeros les acusan de pretender una Izquierda Unida propiedad del PCE. A los otros, de querer ser puentes con el PSOE.

Este motín de los sargentos es, en definitiva, continuación de un movimiento que está calando en IU. La tercera vía surgió ya en Madrid, hace tres años, liderada por Ángel Pérez, que consiguió controlar la organización con un discurso más moderado que el de los ortodoxos del PCE. La situación de pugna permanente en la coalición ha hecho que se hayan ido sumando nuevas voces a las que piden la paz interna.

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Rosa Aguilar ha sido uno de los dirigentes a los que, por voluntad propia o contra ella, se la ha situado entre quienes abogan por una renovación de IU, equidistante de Nueva Izquierda y del PCE.

Pero las terceras vías no han sido nunca bien vistas en IU. Tal vez porque Julio Anguita nunca las ha bendecido -aunque haya ido a sus actos- ni ha admitido una vía distinta a la suya para renovar la organización. "La única tercera vía soy yo", ha asegurado Anguita.

Angeles Maestro, del sector ortodoxo del PCE, aseguraba ayer, en declaraciones a Europa Press, que la tercera vía es sólo un invento periodístico, sin reflejo real en los órganos de dirección ni de IU ni del PCE. Rosa Aguilar, más cauta, no niega la existencia de esta corriente, pero sí su adscripción a la misma. Lo primero no sólo no la negaba, sino que admitía que hay sectores en IU con vocación cainita.

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