FÚTBOL 13ª JORNADA DE LIGA

El Valencia aplaza hasta mañana el cese de Luis

"Tranquilidad y paciencia". Éste era el mensaje que lanzaba ayer la directiva del Valencia ante la crisis que vive el equipo y el Inminente choque ante el Besiktas turco en Copa de la UEFA. "No hay que dramatizar", dijo el vicepresidente del club, Pedro Cortés. "Todavía nos queda la UEFA", añadió. Ahí están centradas todas las esperanzas del Valencia tras el triste deambular del equipo de Luis Aragonés por la Liga española. Ahora bien, como el resultado del Valencia-Besiktas de mañana martes en Mestalla no sea claramente favorable a los valencianos, la suerte de Aragonés estará echada. Será de...

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"Tranquilidad y paciencia". Éste era el mensaje que lanzaba ayer la directiva del Valencia ante la crisis que vive el equipo y el Inminente choque ante el Besiktas turco en Copa de la UEFA. "No hay que dramatizar", dijo el vicepresidente del club, Pedro Cortés. "Todavía nos queda la UEFA", añadió. Ahí están centradas todas las esperanzas del Valencia tras el triste deambular del equipo de Luis Aragonés por la Liga española. Ahora bien, como el resultado del Valencia-Besiktas de mañana martes en Mestalla no sea claramente favorable a los valencianos, la suerte de Aragonés estará echada. Será destituido instantáneamente, dadas las pésimas relaciones entre el técnico y la mayor parte del consejo de administración. De hecho, Cortés se reunió ayer con el segundo entrenador, José Manuel Rielo, para advertirle de sus grandes posibilidades de hacerse cargo del equipo. Tras los fallidos intentos de contratar a Cruyff (que prefirió seguir sin entrenar) y a Valdano (que se negó a venir al Valencia ante el ambiente tan desfavorable que percibió), Roig no encuentra ningún candidato que satisfaga sus pretenciosas exigencias.Pero si a estas horas Aragonés continúa como técnico del Valencia es también porque Roig no se ha atrevido a destituirlo. Y no lo ha hecho porque teme que, una vez fuera el técnico, el equipo continúe sin levantar cabeza, y entonces las iras de los aficionados se proyectarían unánimemente contra la cabeza del presidente. Ya se dio el caso el pasado sábado, cuando la tribuna de Mestalla increpó a Roig tras el empate con el colista.

De modo que el presidente espera que Luis caiga por su propio peso, que los resultados sean lo suficientemente malos para que el estadio reclame su cese. De momento no lo ha hecho. Pero el público ya está claramente dividido. Se terminó la unanimidad del pasado mes de octubre, cuando Roig habló con Valdano y el público, la prensa local y los jugadores exigieron la continuidad de Aragonés. El aficionado empieza a preguntarse si realmente Aragonés está exento de culpa en la degradación de su equipo, o si, por el contrario, ha contribuido a ello. La gente se pregunta por qué el técnico dice que la plantilla no tiene calidad y, sin embargo, se opone a los refuerzos de diciembre. Existe, en fin, el convencimiento, en una parte de los aficionados, de que Luis quiere marcharse del Valencia, harto de sus polémicas con Roig.

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