Gijón, un bálsamo para el Sevilla

El Sevilla puso fin a su pertinaz sequía ante la portería rival aprovechando un regalo del Sporting en su primera aproximación al marco de Ablanedo. El equipo de Camacho tenía el partido bien encarrilado a su favor hasta que Ronald Gómez sacó al Sporting de la inoperancia empatando el partido con un golazo.Iban 10 minutos cuando Tevenet pilló a la defensa gijonesa en la inopia y su llegada por el flanco derecho la aprovechó Salva para marcar con comodidad. El Sevilla tomó una bombona de oxígeno con ese gol madrugador y pronto comprobó que enfrente tenía un enemigo aficionado a cruzar el campo ...

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El Sevilla puso fin a su pertinaz sequía ante la portería rival aprovechando un regalo del Sporting en su primera aproximación al marco de Ablanedo. El equipo de Camacho tenía el partido bien encarrilado a su favor hasta que Ronald Gómez sacó al Sporting de la inoperancia empatando el partido con un golazo.Iban 10 minutos cuando Tevenet pilló a la defensa gijonesa en la inopia y su llegada por el flanco derecho la aprovechó Salva para marcar con comodidad. El Sevilla tomó una bombona de oxígeno con ese gol madrugador y pronto comprobó que enfrente tenía un enemigo aficionado a cruzar el campo a balonazo limpio. Con el marcador en contra, el Sevilla con un solo punta y un tapón en el centro del campo coordinado por Almeyda, el Sporting se olvidó de tocar el balón, no tuvo paciencia para buscar alternativas y pensó en solucionar la papeleta repartiendo pelotazos. Sólo Marcos Vales se puso a pensar, pero los andaluces no vieron a su rival apremiando e incluso pudieron montar contraataques peligrosos para Ablanedo.

El Sevilla llegó al descanso convencido de que tenía el partido en el bolsillo. Pero apareció en escena Ronald Gómez. El costarricense, que la pasada semana había sido noticia por ser testigo directo de la catástrofe de Guatemala, puso patas arriba El Molinón y una inyección a su equipo marcando un gran gol desde 25 metros. El Sporting se levantó cambió el chip y le dio revoluciones al partido cambiando todo el planteamiento.. El Sevilla fue ganando en nervios y perdiendo en colocación. Tras la segunda tarjeta amarilla a Aranalde, el Sevilla lo fió todo a la buena suerte. El árbitro ignoró un derribo a Bango en su área y Monchi salvó el 2-1 a dos minutos del final tapando un remate a bocajarro de Dan¡ Bouzas.

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