FÚTBOL SÉPTIMA JORNADA DE LIGA

El Extremadura continúa su vía crucis

La reflexión de Ortuondo, tras obtener el ascenso del Extremadura, resultó tan sincera como hueca: "Ahora a disfrutar de jugar entre los grandes". En teoría no parecía un premio menor pero en la práctica jugar en la élite puede resultar un calvario y el Extremadura, al margen de la pasión arbitral, cumplimenta su via crucis particular con más estoicismo que emotividad. Valor se le supone y además lo demuestra aunque en realidad su hoja de servicio difícilmente se llena de otros valores que no resulten simbólicos: honradez, sacrificio, entrega y en el mejor de los casos un susto a algún ...

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La reflexión de Ortuondo, tras obtener el ascenso del Extremadura, resultó tan sincera como hueca: "Ahora a disfrutar de jugar entre los grandes". En teoría no parecía un premio menor pero en la práctica jugar en la élite puede resultar un calvario y el Extremadura, al margen de la pasión arbitral, cumplimenta su via crucis particular con más estoicismo que emotividad. Valor se le supone y además lo demuestra aunque en realidad su hoja de servicio difícilmente se llena de otros valores que no resulten simbólicos: honradez, sacrificio, entrega y en el mejor de los casos un susto a algún gallo en su corral.No fue ayer el caso. La Real Sociedad, con su alineación más ofensiva de la temporada, se tomó el partido como una fecha en el calendario. Y así llegaron los goles, dos de Craioveanu, especialmente hermoso el primero, de gran tiro cruzado y alto desde el fuera del área.

No está claro que el Extremadura vaya a disfrutar de su presencia en la élite. Su premio fue sacar la entrada en la Liga más competitiva de la historia. La Real Sociedad tampoco disfrutó con su presencia y tramitó un resultado sin brillo pero sin mancha.

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