Las Palmas se encoge en la península

En las islas, no hay quien les tosa, pero cuando tienen que coger el avión para jugar en la península, la tortilla da la vuelta. Ningún equipo de Segunda ha deslumbrado tanto en su campo como Las Palmas, pero ningún conjunto ha decepcionado tanto fuera de su estadio como los canarios. Ayer, Las Palmas jugó fuera y, claro, mostró su cara triste. Se enfrentó el millonario cuadro canario al modesto Orense y las apuestas favorecían todas a los visitantes. Muchos no contaban con la transformación de los isleños. ¿Este equipo asustadizo y conservador es el mismo que maravilló hace sólo una semana en...

En las islas, no hay quien les tosa, pero cuando tienen que coger el avión para jugar en la península, la tortilla da la vuelta. Ningún equipo de Segunda ha deslumbrado tanto en su campo como Las Palmas, pero ningún conjunto ha decepcionado tanto fuera de su estadio como los canarios. Ayer, Las Palmas jugó fuera y, claro, mostró su cara triste. Se enfrentó el millonario cuadro canario al modesto Orense y las apuestas favorecían todas a los visitantes. Muchos no contaban con la transformación de los isleños. ¿Este equipo asustadizo y conservador es el mismo que maravilló hace sólo una semana en el Insular? Difícil explicarse la transformación.El Orense no hizo sino exponer lo único que actualmente tiene: orden y mucho sudor. Con ésto, se merendó todo el talento de los Turu Flores, Orlando, Sandro y demás talentosos jugadores canarios. Ni con el 0-0, el partido planteó dudas. Antes del primer gol local (al filo del descanso), el Orense ya era mucho mejor que Las Palmas. Tras el primer tanto local, se esperaba en el segundo tiempo a un conjunto canario enrabietado, poniendo a toda pastilla su maquinaria de buen fútbol (que lo tiene). No fue así. El Orense siguió dominando y acabó sentenciando en el último minuto. Las Palmas tiene un gran problema: ganando únicamente los partidos de casa no se consigue el ascenso.