Moya recupera el Naranja para el Valencia

Moya prosigue su excelente relación con el gol. La ha mantenido durante toda la pretemporada. Y esta vez sirvió para que el Valencia hiciera valer su superioridad ante un depauperado Flamengo, sin Bebeto y sin Savio. Ausente también Romario por obligaciones matrimoniales, no parecía aquella la noche de los brasileños. Sin embargo, la salida de Viola en el segundo periodo propició la llegada del gol, que había sido insistentemente perseguido sin éxito durante el primer tiempo. Esta es la sexta victoria del Valencia en la pretemporada, que le permite recuperar su trofeo, el Naranja, perdido el ...

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Moya prosigue su excelente relación con el gol. La ha mantenido durante toda la pretemporada. Y esta vez sirvió para que el Valencia hiciera valer su superioridad ante un depauperado Flamengo, sin Bebeto y sin Savio. Ausente también Romario por obligaciones matrimoniales, no parecía aquella la noche de los brasileños. Sin embargo, la salida de Viola en el segundo periodo propició la llegada del gol, que había sido insistentemente perseguido sin éxito durante el primer tiempo. Esta es la sexta victoria del Valencia en la pretemporada, que le permite recuperar su trofeo, el Naranja, perdido el pasado año a manos del Atlético de Madrid.El excedente en ataque le permite a Luis montar dos equipos. Uno con los brasileños (Romario y Viola) Otro, sin ellos.

Mestalla gozó ayer de la opción de repuesto, del equipo supersónico. Básicamente se le distingue por la velocidad punta de tres hombres de características intercambiables: Claudio López, Vlaovic y Moya (este último desde la media punta), que asediaron con profusión la defensa del devaluado equipo brasileño. Sin embargo, en este grupo la pieza clave no era ninguno de los anteriormente citados, sino un clásico, Fernando, que retornó a sus orígenes.

De este modo se sucedían las acometidas locales, que anunciaban tormenta para los aprendices de Bebeto y de Savio. Pero no la hubo en este primer tiempo. El gol se resistía y el público se acordó del primer equipo. Y con Romario probándose el frac de su inminente boda, sólo restaba Viola. Porque otra cosa no, pero carisma, a Viola le sobra en Mestalla. Así es que dio unos brincos, unas carreras y gol. No es que fuera el autor del tanto, pero, con un amago, estuvo en su origen. La receta es sencilla: si su equipo está triste, póngale un Viola. Así lo entiende la hinchada, sobre todo la más joven, mayoritariamente partidaria del brasileño.

De tal manera que de la mezcla, del mestizaje del grupo dinámico y del pausado, el Valencia obtuvo lo que buscaba: la sexta victoria de la pretemporada y el Trofeo Naranja.

Con la entrada de José Ignacio, el Valencia recobró el resuello y con él tocó de nuevo a rebato sobre el guardameta Sergio, que encajó el segundo regalo de Gaby Moya. Las actuaciones del ex sevillista Gaby Moya están siendo la sorpresa de la pretemporada, con serias amenazas sobre algunos de los presuntos titulares que se perfilaban a priori, léase Viola o José Ignacio.

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