MOTOCICLISMO GRAN PREMIO DE AUSTRIA

Crivillé culmina su amenaza a Doohan

El piloto catalán superó a su compañero y logró su primer triunfo del año

Sonó primero el Que viva España. A continuación,el himno nacional. Y después se escucharon los gritos de "¡Crivillé!, ¡Crivillé!, ¡Crivillé!". El noi de Seva, destino de todo el tributo acababa de culminar su rebelión en la prueba reina del Gran Premio de Austria. Por fin ha bía batido al actual dictador del motociclismo mundial, el australiano Mick Doohan, al que llevaba amenazando toda la temporada. "Ya era hora", fue lo primero que dijo el piloto español después de su primer triunfo de 1996, tras una victoria de aquellas que mejor sientan, por lo que significó y por cómo se ...

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Sonó primero el Que viva España. A continuación,el himno nacional. Y después se escucharon los gritos de "¡Crivillé!, ¡Crivillé!, ¡Crivillé!". El noi de Seva, destino de todo el tributo acababa de culminar su rebelión en la prueba reina del Gran Premio de Austria. Por fin ha bía batido al actual dictador del motociclismo mundial, el australiano Mick Doohan, al que llevaba amenazando toda la temporada. "Ya era hora", fue lo primero que dijo el piloto español después de su primer triunfo de 1996, tras una victoria de aquellas que mejor sientan, por lo que significó y por cómo se produjo.Una vuelta entera la última al nuevo circuito de Zeltweg, afortunadamente respetado ayer por la meteorología, fue lo que necesitó Crivillé para eliminar las dudas que cosquilleaban en su vientre, para fulminar los fantasmas que empezaban a instalarse en el alma de sus fieles, para acabar con cualquier sombra de segundón. Se acordó de las siete carreras anteriores, en las que flirteó con la victoria pero se la llevó otro, casi siempre Doohan. "Esta vez, no", reconoció Crivillé. "Esta vez sabía cómo hacerlo, dónde pasarle. Y por suerte me salió perfecto".

No quería volver a ser segundo, no le apetecía pisar de nuevo el segundo piso del cajón, teniendo tan a mano la gloria del vencedor. No estaba dispuesto a que Doohan jugara otra vez con su reputación, con su carácter, con su apetito. Apretó los dientes y, a un par de kilómetros de la bandera a cuadros, se fue a por el australiano, que se había pasado toda la carrera enseñándole la cola de su Honda. Le metió la rueda una vez otra y otra más. Y Doohan, aunque se defendió como campeón, no pudo esta vez aguantar la embestida de su delfín. Estuvo incluso a punto de perder el equilibrio, pero sobrevivió y acabó detrás del catalán. "Álex merecía este triunfo", dijo el piloto australiano, que continúa a la cabeza del campeonato del mundo de 500, con 57 puntos de ventaja sobre su verdugo de ayer.

En Zeltweg, la estrategia del campeón fue la misma de cada domingo desde que Crivillé, su teórico número dos en la escudería Repsol-Honda, se convirtió en su sombra permanente. Doohan se colocó al frente del pelotón en las primeras vueltas y tiró fuerte llevando a su estela al piloto español. Después, hasta la vuelta 27, cerró todos los huecos, manteniendo un ritmo alto, y esperó al final para ofrecer su último movimiento. Pero esta vez no le salió bien. Crivillé siguió el juego. Observó y esperó. Y a falta de pocas curvas, Crivillé desencadenó el ataque, que invirtió los papeles. Alex ganó. Y Doohan tuvo que conformarse con ser segundo.

En tercer lugar se clasificó el japonés Norifume Abe (Yamaha), que sólo logró estar cerca de los dos tenores al inicio de la prueba. Carlos Checa (Fortuna-Honda) mostró progresión y terminó séptimo, bastante mejor que su colega Alberto Puig, 130. Juan Bautista Borja (Elf), décimo, se intercaló entre ellos.

"Estoy más que contento", afirmó Crivillé después de su triunfo, el tercero de su historial en 500. "Necesitaba que por fin llegara esta primera victoria del año para que nadie creyera que me conformo con llegar detrás de Mick".

La euforia del piloto catalán eclipsó en parte él mejor día del madrileño Luis D'Antín (Mx Onda-Honda) desde que corre el Mundial de 250. Su segunda posición, detrás del alemán Ralf Waldemann (Honda), fue el mejor resultado de su carrera.

Dieciséis años, cinco meses y cuatro días. La nueva marca de precocidad del Mundial de motociclismo la estableció ayer el italiano Ivan Goi (Honda), vencedor, con esa edad, de la carrera de 125cc.

Clasificaciones

500cc: 1º Crivillé (Honda), 42m 37,024s. 2º Doohan (Honda), 42rn 37,024s. 3º Abe (Yamaha), 42m 41,558. 7º Checa (Honda), 43m 2,656s. 10º Borja (0) 43rn 5,070s. 130. Puig (Honda), Mm 16,055s. Mundial: 1º Doohan, 211 puntos. 2º Crivillé, 154. 3º Cadalora, 126. 7º Puig, 70. 10º Checa, 57. 14º Borja, 32.

250cc: 1º Waldmann (Honda), 41m 29,190s. 2º D'Antín (Honda), 41m 45,564s. 3º Fuchs (Honda), 41m 50,330s. Mundial: 1º Biaggi,199 puntos. 2º Waldmann, 171. 3º Fuchs, 112. 4º D'Antín, 100.

125cc :1º Goí (Honda), 41 m 50,829s. 2º Raudies (Honda), 41 m 51,596s. 3º Rossi (Aprilia), 41 m 53,151 s. 6º Aspar (Apriha), 41 m 55,739s. 13º Torrontegui (Honda), 42m 29,762s. 14º Sardá (Honda), 42m 33,746s. Mundial: 1º Aoki, 154 puntos. 2º Tokudorne, 133. 30 Perugini, 119. 6º Alzamora, 94. 11º Aspar, 61. 22º Torrontegui, 12.

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