TOUR 96

Ullrich, el Telekom y la escuela de Friburgo

Si la estupefacción la ha producido la victoria de Riís, la sorpresa verdadera ha llegado de su delfín, Jan Ullrich, el de los 22 años, y de la prestación general de su equipo, el Telekom. Visto así, no es tan sorprendente que Riis haya alcanzado la gloria a los 32 años. Es de hecho otro Induráin -más rubio y con menos pelo, pero grande y fuerte de cuerpo- el que ha ganado el Tour. Y visto así, tampoco es sorprendente que otro Induráin, con 10 años menos, haya sido segundo. El navarro inauguró el tiempo de los tipos altos y fuertes. El Telekom lo continúa.Andreas Schmid no es aparentemente un ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Si la estupefacción la ha producido la victoria de Riís, la sorpresa verdadera ha llegado de su delfín, Jan Ullrich, el de los 22 años, y de la prestación general de su equipo, el Telekom. Visto así, no es tan sorprendente que Riis haya alcanzado la gloria a los 32 años. Es de hecho otro Induráin -más rubio y con menos pelo, pero grande y fuerte de cuerpo- el que ha ganado el Tour. Y visto así, tampoco es sorprendente que otro Induráin, con 10 años menos, haya sido segundo. El navarro inauguró el tiempo de los tipos altos y fuertes. El Telekom lo continúa.Andreas Schmid no es aparentemente un hombre serio. Es el médico del Telekom, fisiólogo en la Universidad de Friburgo y especialista en deporte de resistencia para amputados. Es la cabeza visible del grupo de Friburgo, el centro de investigación de medicina deportiva que está detrás del milagro Telekom.

Hay quien busca justificaciones étnico-bélicas al asunto, como el antifascista Ferretti. "El efecto Telekom es el que sufren todos los corredores cuando todo va bien. Es, además, muy típico del pueblo alemán, de su mentalidad. En la guerra se sentían una raza superior y como al principio arrasaron se cargaron de moral de victoria. Y esa moral aumenta la fuerza y el coraje. Así, en el ciclismo".

El análisis de Schmid es más científico, pero la conclusión es similar. "Estamos desde 1989 con el Telekom y hasta ahora habíamos tenido éxitos muy pequeños", explica. "Con los aficionados y en pista obteníamos mejores resultados, pero siempre chocábamos con una pregunta: ¿qué pasa con los profesionales? Creo que la respuesta la hemos obtenido este año: con Riis de líder, es la primera vez en nuestra historia que contamos con un corredor con posibilidades de ganar él Tour. Creo que esa es la razón: todo un grupo de individualidades canalizadas con un solo objetivo. Exceptuando a Riis y Ullrich, hemos traído el mismo equipo que el año pasado. Y los resultados han sido totalmente diferentes. Desde el punto de vista médico nos ha ayudado no haber corrido el Giro".

El Telekom se arriesgó en la apuesta, pero no tenían mucho que perder. Ya tenían a Zabel para salvar la papeleta si el entramado caía. Y con el bingo de Riis les ha caído el boom de Ulrich, uno que en su primer Tour pasa la alta montaña con los mejores, gana una contrarreloj y termina segundo en la general. Unos logros que a otros corredores de su tipo -Induráin, Olano- les han costado muchos años de trabajo y que Ulrich ha alcanzado en su primer Tour. "La diferencia es que UlIrich empezó a trabajar muy joven e Induráin y Olano más tarde", dice Schmid. "Ullrich tuvo en la Alemania del Este una educación física y escolar muy completas. Tiene problemas de metodología con el trabajo. Antes del Tour estaba bastante gordo y tuvo que bajar peso rápidamente. Necesita mano dura, pero cuando tiene un objetivo claro, es el corredor más serio. Esperaba que hiciera este Tour".

Sobre la firma

Archivado En