GENTE

APERTURA, PERO NO DE BOTELLAS

Bent Laursen, revisor de aduanas en la ciudad danesa de Padborg, en la frontera con Alemania, se sorprendió de que un solo pasajero, sueco por más señas, trajera tanto equipaje, y le llamó la atención la prolijidad con la que estaba colocada la carga en un remolque acoplado al automóvil. Las sospechas aumentaron cuando el viajero, invitado a mostrar el equipaje, contó que casualmente había olvidado las llaves en Hamburgo, ofreciéndose para volver a buscarlas. La propuesta no satisfizo al aduanero, que dijo poseer las herramientas adecuadas para cortar la cerradura. Esto refrescó la memoria...

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Bent Laursen, revisor de aduanas en la ciudad danesa de Padborg, en la frontera con Alemania, se sorprendió de que un solo pasajero, sueco por más señas, trajera tanto equipaje, y le llamó la atención la prolijidad con la que estaba colocada la carga en un remolque acoplado al automóvil. Las sospechas aumentaron cuando el viajero, invitado a mostrar el equipaje, contó que casualmente había olvidado las llaves en Hamburgo, ofreciéndose para volver a buscarlas. La propuesta no satisfizo al aduanero, que dijo poseer las herramientas adecuadas para cortar la cerradura. Esto refrescó la memoria del pasajero, que súbitamente encontró las llaves en uno de sus bolsillos. En el remolque cuidadosamente colocadas, había 1.000 botellas de whisky, que, sumadas a las 198 encontradas en el automóvil, superaban con creces lo permitido en las reglas aduaneras, que es de 1,5 litros de alcohol fuerte por persona. El infractor argumentó haber leído que con la entrada de Suecia en la Unión Europea les estaba permitido a los súbditos del reino traer cantidades ilimitadas siempre que fueran de cualquier país comunitario. Y él había hecho uso de esa prerrogativa para consumo propio y de 19 amigos que habían cotizado para encargar sus botellitas. El argumento no convenció a las autoridades aduaneras, que condenaron al infractor al pago de 200.000 coronas de multa, además, y eso fue lo peor, del decomiso de las botellas. Un trago tan caro nunca se había presentado para este bebedor sueco.-

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