¿Qué he hecho para ganar?

La pasada semana Tony Rominger se la pasó en Canarias, machacándose las cuestas por el Teide. Abraham Olano prefirió seguir el camino conocido: se subió a los Pirineos, igual que en vísperas de la pasada Vuelta, para hacer series en el Tourmalet. Luego bajó a tierra para regalar el campeonato de España a su fiel escudero Manuel Fernández Ginés. Miguel Induráin no cambió sus hábitos de los últimos años: la semana anterior a la del viaje a Francia es la de los más duros entrenamientos, sesiones de más de ocho horas sobre la bicicleta por los duros recorridos propios del Tour. Para ello este año ...

La pasada semana Tony Rominger se la pasó en Canarias, machacándose las cuestas por el Teide. Abraham Olano prefirió seguir el camino conocido: se subió a los Pirineos, igual que en vísperas de la pasada Vuelta, para hacer series en el Tourmalet. Luego bajó a tierra para regalar el campeonato de España a su fiel escudero Manuel Fernández Ginés. Miguel Induráin no cambió sus hábitos de los últimos años: la semana anterior a la del viaje a Francia es la de los más duros entrenamientos, sesiones de más de ocho horas sobre la bicicleta por los duros recorridos propios del Tour. Para ello este año no ha tenido que irse muy lejos de su casa: la etapa que termina en Pamplona el 18 de julio es quizás la más salvaje de todo el Tour. Por allí, por los increíbles puertos de Soudet y Larrau, Induráin dio las últimas vueltas de tuerca a su organismo antes del campeonato de España. La tenaza de la ONCE, por su parte, prefirió menos entrenamiento y más competición. Laurent Jalabert corrió y ganó la Ruta del Sur; Alex Zülle hizo lo propio en la Volta. Fueron las últimas pedaladas de todos antes de la gran cita. La guinda a un pastel que empezó a amasarse ya en diciembre pasado.De los cinco pretendientes oficiales, sólo uno, Abraham Olano, ha disputado antes una gran prueba por etapas, el Giro. Es así el guipuzcoano el que eleva la media que dice que cada uno de ellos ha corrido en 50,8 días de competición, 8.265 kilómetros -216 horas 30 minutos a una media de 38,159 kilómetros por hora-, 111,97 kilómetros contrarreloj y 7,8 en cronoescalada.

Induráin, el que marcó el camino, es también, junto a Rominger, el que más se acerca a la media. El navarro acudirá al Tour con 55 días de competición en sus piernas. En 230 horas y 48 minutos de carreras, Induráin ha recorrido 8.808 kilómetros a una media de 39,167 kilómetros por hora. Dos horas y 38 minutos los ha invertido en 121,9 kilómetros en contrarreloj individual -media: 46,193 kilómetros por hora-; 12 minutos y 37 segundos en 5,8 kilómetros de cronoescalada. En total ha conseguido 10 victorias: cuatro vueltas -Alentejo, Asturias, Bicicleta Vasca y Dauphiné-, tres contrarreloj -Alentejo, Asturias y Dauphiné- y tres etapas de montaña -Alentejo, Bicicleta Vasca y Dauphiné-.

Olano llegará con 63 días -31 de ellos entre mayo y junio- y 10.281 kilómetros. En su zurrón, tres victorias -general y dos etapas de Romandía- y un tercer puesto en el Giro. A decir de los especialistas será el que más fuerte comience: los efectos de la carrera italiana le durarán las dos primeras semanas del Tour. También será el que más kilómetros contrarreloj haya recorrido y el único que haya hecho alguna cronometrada de más de una hora (62 kilómetros).

Su compañero de equipo Tony Rominger será el único que llegue con su contador de victorias a cero. El suizo llega con 50 días de competición y 8.249 kilómetros. Para Rominger, este año se reduce sólo al Tour.

Los dos corredores del ONCE son quienes menos días han acumulado, pero los que más victorias suman. Fieles a los buenos resultados del año pasado, Jalabert y Zülle pararon entre el 21 de abril y el 21 de mayo, pero no perdieron el tiempo. Salieron a ganar cuantas carreras disputaron. El francés lleva 12 victorias en sólo 45 días y Zülle, nueve en 41. El suizo es el que menos kilómetros lleva en sus piernas -6.419- y también el que menos ha disputado contrarreloj -sólo 70-.