Ciscar y Belloch fuerzan una ejecutiva de integración en el socialismo aragonés
El secretario federal de organización del PSOE, Ciprià Ciscar, y el diputado de esta formación por Zaragoza Juan Alberto Belloch forzaron ayer la integración de los representantes del sector guerrista en la nueva mayoría renovadora, en el transcurso del congreso extraordinario que celebraron los socialistas aragoneses. La alianza entre las diferentes familias del sector renovador permitió, nada más comenzar la reunión, infligir la primera derrota a los seguidores del ex dirigente regional José Marco, integrados en el sector guerrista.
Las sesiones estuvieron paralizadas durante casi die...
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El secretario federal de organización del PSOE, Ciprià Ciscar, y el diputado de esta formación por Zaragoza Juan Alberto Belloch forzaron ayer la integración de los representantes del sector guerrista en la nueva mayoría renovadora, en el transcurso del congreso extraordinario que celebraron los socialistas aragoneses. La alianza entre las diferentes familias del sector renovador permitió, nada más comenzar la reunión, infligir la primera derrota a los seguidores del ex dirigente regional José Marco, integrados en el sector guerrista.
Las sesiones estuvieron paralizadas durante casi diez horas para permitir la negociación de una candidatura de consenso encabezada por el turolense Isidoro Esteban y con el propio ex ministro de Justicia e Interior como presidente de honor.El resultado del congreso no pone fin, sin embargo, al enfrentamiento interno que se plasma en la permanencia de cotas de contrapoder entre ambos sectores, aunque a la hora de negociar la composición de los nuevos órganos de dirección (ya de madrugada) habían desaparecido de la lista renombrados militantes marquistas-guerristas. Éstos trataron por todos los medios de conseguir colarse en una lista integradora so pretexto de controlar aún casi el 50% de la organización.
El propio vicesecretario federal del PSOE, Alfonso Guerra, dio, según indicó el candidato perdedor, Mariano Gómez Callao, instrucciones para que sus seguidores no rechazaran la oferta integradora. Guerra llegó a estar en Zaragoza, según fuentes socialistas, pero decidió no aparecer por el local de la asamblea al conocer el resultado de la derrota matinal.
Los renovadores consiguieron su primer triunfo al ganar por cincuenta votos la lista que promovían para presidir la propia sesión congresual, algo insólito en la última década. Al estar suspendido de militancia, José Marco no pudo participar directamente en el congreso, pero, según reconocieron algunos de los miembros de la anterior dirección, sus presiones llevaron a confeccionar la candidatura alternativa que finalmente fue retirada.