El Celta adelanta las vacaciones del Betis
El Celta precipitó las vacaciones del Betis, otra víctima del embrujo que rodea Balaídos. En una nueva tarde afortunada para los de Santos, el equipo sevillano convirtió en imposible su particular milagro. La realidad mostró a los de Serra Ferrer su cara más dura, la que lo sitúa fuera de Europa la temporada próxima y en medio de una serie de ocho jornadas de fracasos consecutivos. Fue para los de casa otro episodio más de la agridulce historia de la temporada que concluye, un ejercicio que pudo empezar en Segunda B y que ha terminado por convertirse en un año mágico repleto de alegrías. N...
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El Celta precipitó las vacaciones del Betis, otra víctima del embrujo que rodea Balaídos. En una nueva tarde afortunada para los de Santos, el equipo sevillano convirtió en imposible su particular milagro. La realidad mostró a los de Serra Ferrer su cara más dura, la que lo sitúa fuera de Europa la temporada próxima y en medio de una serie de ocho jornadas de fracasos consecutivos. Fue para los de casa otro episodio más de la agridulce historia de la temporada que concluye, un ejercicio que pudo empezar en Segunda B y que ha terminado por convertirse en un año mágico repleto de alegrías. No pierde en casa desde octubre.
El partido arrancó condicionado por la situación de las defensas. Sin terreno apenas para crear el juego, cayó a pies de Alexis, que condujo a los suyos durante los primeros minutos, los que necesitó el Celta para sentirse cómodo en el campo. Realmente, lo logró en el minuto 22, cuando Eusebio agarró un balón. El delantero controló la vaselina con el pecho y alojó el balón en la red, pero García Aranda interpretó mano. Se acabó el Betis e irrumpió el Celta autoritario.