El Atlético B afloja

El Atlético B volvió a fracasar en La Peineta y todavía no puede cantar victoria en su luchar por participar en la liguilla de ascenso. Mantiene su posición destacada en la tabla de clasificación pero tiene ahora la obligación de ganar los tres partidos que restan. Los rojiblancos se encontraron con un Pontevedra que fue un auténtico hueso, un equipo que se situó a la perfección en el campo, que se defendió con mucho orden y que salió a la contra con mucho peligro, apoyado en la endiablada velocidad de Barila.El equipo rojiblanco pudo haberse adelantado en el marcador a los tres minutos por me...

El Atlético B volvió a fracasar en La Peineta y todavía no puede cantar victoria en su luchar por participar en la liguilla de ascenso. Mantiene su posición destacada en la tabla de clasificación pero tiene ahora la obligación de ganar los tres partidos que restan. Los rojiblancos se encontraron con un Pontevedra que fue un auténtico hueso, un equipo que se situó a la perfección en el campo, que se defendió con mucho orden y que salió a la contra con mucho peligro, apoyado en la endiablada velocidad de Barila.El equipo rojiblanco pudo haberse adelantado en el marcador a los tres minutos por mediación de Roa, pero el Pontevedra respondió con una serie de contragolpes cargados de peligro, hasta que finalmente Couto, aprovechando un rechace de Felipe, adelantó a su equipo en el marcador cuándo apenas se acababan de superar los 10 minutos.

Los atléticos tuvieron que ponerse las pilas y se volcaron sobre el área del equipo gallego. Empataron en el minuto 25, tras una bonita jugada personal de Iñaqui. Pero el Pontevedra siguió muy firme y aunque daba la sensación de que el Atlético dominaba, los gallegos llegaron con mucha claridad un par de veces antes del descanso. En la segunda parte el juego fue similar. El Atlético dominaba pero. el Pontevedra salía con mucho peligro a la contra por mediación de Barila.

Los rojiblancos perdonaron entre los minutos 50 y 60 por lo menos tres oportunidades muy claras de Iñaqui, Fede y Luis López, y al final fue el Pontevedra el que marcó, en el 65, aprovechando un fallo de marcaje de la defensa local.

Al final, los nervios hicieron presa en el equipo rojiblanco, que tuvo que jugar contra el reloj y sólo dispuso de una ocasión verdaderamente clara para empatar, aunque la desperdició Iñaqui. El Pontevedra se quedó con 10 en el último minuto del partido por expulsión de Pazolo, pero ya no importó. Tenía la victoria en el bote.